No cabe duda que es a partir de hoy que comienza en firme la carrera por la presidencia de la república, ocho días después de que se ha disipado el humo producido por la quemazón electoral del pasado domingo 9 de marzo.
Ya se tiene en claro quiénes y cuántos son los candidatos a la Presidencia de la República y que tan supuestamente holgada tiene asegurada la reelección el presidente Santos en primera vuelta. Situación que con el pasar de los días parece más embolatada.
Pero definitivamente quienes son los verdaderos triunfadores en las elecciones pasadas son los miembros del partido Conservador. Luego de pasar 12 años siendo un partido de relleno –relleno de burocracia nacional- sin liderazgos claros en el escenario colombiano, sin figuras que descollaran -excepto el senador Juan Mario Laserna o Juan Camilo Restrepo, por ejemplo-, se convirtió en una colectividad cotizada gracias al despertar de las llamadas bases conservadoras.
Bases que hay que decirlo comenzaron desde las regiones a reclamar por que el conservatismo volviera a hacer una partido con carácter, ambición de poder, que se sintiera importante y digno de poder dirigir en la primera línea y no como llanta de repuesto al país y sus instituciones.
La cantidad de votos obtenidos para las parlamentarias, la no despreciable suma de dos millones de votos, más tener un empate técnico con el Centro Democrático en número de senadores y quedar pegadito a los senadores de la mermelada en La U, lo hicieron aparecer ante la opinión pública como vigoroso y rejuvenecido. Además, aquí hay que darle crédito a la hoy candidata presidencial Martha Lucía Ramírez, que desde el año pasado comenzó a batallar casi en solitario para recuperar la dignidad de dicha colectividad y presentarse como una opción de poder que se identifique con las necesidades de los colombianos en cuanto a seguridad ciudadana, respeto a la ley, inversión social, entre otros postulados.
En lo regional el partido Conservador también despertó. Más de 80 mil sufragios depositados en las urnas por los tolimenses por la lista de ese movimiento al Senado y la Cámara así lo demuestran. Tan es así, que se le mantuvo de nuevo las dos credenciales a los azules en la cámara de representantes (la de Miguel Ángel Barreto, y la de José Elver Hernández) frente a una que perdió el partido Liberal y otra que perdió Cambio Radical en ese escenario departamental. Además, los dos son novatos en este tipo de elecciones y era la primera vez que se presentaban para dicha corporación. Mucho más el caso de Barreto que por primera vez ponía su nombre al escrutinio público en una elección.
En fin, tan altas están las acciones conservadoras que el propio mandatario nacional en todas sus entrevistas los nombra con énfasis y ya no entre dientes como hacía hasta unas pocas semanas. Ojalá tanto respaldo obtenido hasta ahora sea bien representado tanto en lo nacional como lo regional.
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