Sitpi y más vías

Nelson Germán Sánchez

No cabe duda que la ciudad necesita ya un sistema público de transporte masivo eficiente, eficaz, cómodo, rápido y que permita descaotizar la ciudad por vías como la carrera Quinta, la calle 15 entre carreras Primera y Séptima, la carrera Primera entre la calle 20 y calle 11, así como la Guabinal y la Ferrocarril en varios tramos.

Un Sistema que no se monte al estilo del “transmilleno” en Bogotá, cuyas utilidades en más de un 90 por ciento vayan para un reducido grupo de familias inversionistas, mientras que la Alcaldía se quede con tan sólo un cinco por ciento y deba colocar las calles al servicio de un negocio privado, así como el sistema semafórico, la seguridad, la nueva infraestructura vial, el cambio en redes de servicios como acueducto, alcantarillado, telefonía o televisión.

Igualmente, que como en el caso de los otros sistemas de transporte público como el Sitp capitalino o el de Cali, Barranquilla, Pereira y Bucaramanga, se le compren los vehículos a los pequeños propietarios y los obliguen a ser “socios” de empresas fachadas que no les pagarán sino en cinco o seis años el valor de los buses y las ganancias de operación por año se embolaten o tengan que demandar para reclamarlas. Lo urgente de todas maneras es sacar tanta buseta y colectivo que se dedica a ir de arriba hacia abajo muchas veces desocupadas hasta en horas valle, generando trancones y contaminación ambiental.

Se hace necesario el contar con dicho sistema de carriles exclusivos en corredores estratégicos como la Quinta y por la Autopista Sur desde Boquerón hasta Picaleña o El Salado, utilizando la carrera Primera y la Ambalá para tal fin.

A este esfuerzo de ciudad debe aplicarse la construcción de una vez por todas de la Circunvalar desde la calle 19 sector Calambeo -o un poco más arriba desde el 20 de Julio-, por toda la montaña pasando por detrás de Viveros, Ibagué 2000, Ambalá y La Gaviota, para finalizar cerca a la hacienda La Alsacia en el Salado.

Así mismo, terminar la avenida Fantasma desde Los Mártires y conectarla de una vez por todas a la carrera Segunda en el barrio San Pedro Alejandrino y de ahí a la actual sede de la Metib. De la misma manera ampliar la calle 25 desde la carrera Quinta en línea recta hasta el barrio Las Ferias y conectarla al Puente de la Variante sobre El Refugio. Un deprimido sobre la calle 37 y otro sobre la calle 44 con Quinta son necesarios para desahogar la ciudad, generarle mayor movilidad, más calidad de vida para las personas y frenar el deterioro evidente en lo vial en la cual está sumida.

No se trata solo de descaotizar la actual movilidad si no de modernizar la malla vial, preparar la ciudad para el futuro y el crecimiento que está teniendo, actuar ahora con prospectiva y planeación atacando un grave problema antes de que se convierta en un verdadero cáncer que ataque desde dentro la ciudad en su buen vivir, en el desplazamiento, en competitividad, en la salud de quienes utilizan las calles, en menos accidentalidad, etc. Queda un buen tema de discusión para los señores candidatos a la Alcaldía municipal. Lo único es que no nos vengan a aplicar el oscuro modelo “petrista” de la izquierda retardataria, agresiva, de choque de clases, caos, inseguridad, falta de oportunidades, deshumana y hambrienta en que convirtieron a Bogotá Petro y los socios de gabinete.

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