Ahora que se está en el ejercicio de la supuesta meritocracia en manos de universidades, que se dice dan garantía de que los ejercicios de elección sean transparentes, lo dudo y bastante, pero digamos que hay que creer que así es.
Pues bien, hojas de vida de hombres y mujeres de todos los pergaminos, con mucha experiencia o con poca, con ganas de hacer las cosas bien o con la tarea de hacer el cuarto al mandatario que entra a gobernar la semana entrante cuidándole la espalda desde el organismo de control; en fin, todos se disputan ser los nuevos contralores y personeros municipales o departamentales.
No se puede desconocer que muchos de estos profesionales ya tienen parte de la tarea adelantada y si fuera por méritos o resultados, seguramente el pasar los exámenes que se apliquen -que esperaría uno no se han filtrado para ninguno- no sería difícil.
No es común que en esta columna me refiera con nombre propio a algún candidato, pero el del actual personero de Anzoátegui, Jhonatan Materón Ariza, quien aspira a repetir en esa dignidad, es un caso que resulta relevante dar a conocer.
Más allá de ser hijo de campesinos y comerciantes de su natal población enclavada en una de las puertas de entrada al Parque de los Nevados, lo interesante es que este abogado, especialista en derecho administrativo, investigador judicial y criminalista, y actual estudiante de Administración Pública, en poco más de un año transformó dicha dependencia en ese municipio del norte tolimense.
Contra todos los pronósticos políticos fue elegido el primero de octubre de 2014, pues no contaba con padrinazgos electorales que los respaldaran.
En ese año largo de labor denunció al Alcalde actual por el bochornoso show de los strippers en plena cancha municipal celebrando una fecha especial, con la presencia de muchos niños y niñas; una noticia que dio la vuelta al país por la descarada celebración y puso el debate nacional frente a qué tipo de celebraciones pueden hacerse mientras estén niños presentes.
Así mismo, puso al descubierto entregas en ese municipio del banco de materiales de la Alcaldía, que podrían estar prestándose para manejos electorales a favor de algunos candidatos en la pasada contienda, sobre lo cual la Procuraduría General de la Nación se pronunció y sugirió a la Administración municipal suspender hasta después de las elecciones. A propósito de las elecciones de octubre de 2015, puso al descubierto una supuesta trashumancia electoral en ese municipio, prendiendo las alarmas de la Registraduría Nacional, el Consejo Nacional Electoral y la Fiscalía General de la Nación. Dicha denuncia dejó como resultado que cerca de mil cédulas quedarán sin efecto para elegir a Alcalde municipal, concejales, disputados y gobernador, para el periodo 2016 - 2019.
En un país donde nos acostumbramos a que muchas veces los organismos de control sucumben ante el poder del maletín del mandatario de turno, sea de la Gobernación o de la Alcaldía respectiva, casos como el del Personero de Anzoátegui dan algo de esperanza. Qué bueno poder escribir sobre muchos más funcionarios que cumplan con su deber.
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