Mi oración diaria para el 2019

Alfredo Sarmiento Narváez

Con tu sobrecogedora gloria, con la dulzura de todas las gracias que solo tú sabes prodigar, llena el cuenco de nuestros misteriosos corazones para que cada uno de nosotros, en su periplo por este mundo, pueda estar con dignidad, ser con integridad y servir con plena felicidad a sus semejantes y a todas las manifestaciones de tu obra.

Que nuestros pensamientos sean diáfanos, nuestras palabras sabias, nuestras intenciones puras, que podamos celebrar con una sonrisa cada uno de los eventos de nuestra existencia, incluso aquellos que nos deparen alguna tristeza.

Haznos ricos en castidad para que nuestro goce sea sagrado; ricos en humildad para que la soberbia y la ira no puedan someternos a sus tempestades; insufla en nosotros templanza para que la gula no opaque el milagro que hay en cada uno de nuestros alimentos y bebidas; inúndanos de generosidad para que la envidia y la avaricia no nos conviertan en seres miserables y mezquinos; haznos laboriosos artesanos de anuncios y esperanza para no ser esclavos del pesimismo y menesterosos de la fe.

Padre amoroso y magnánimo, impulsa la gratitud en nuestros actos cotidianos, ayúdanos a dignificar a cada una de las personas que hay entre nosotros así como a cada una de las comunidades en las que tú, con tu voluntad, haz querido que participemos.

Haznos servidores y educadores de nuestros niños y nuestra juventud, respetuosos protectores de las entrañas de nuestras mujeres que son manantial de vida, amigos de cada una de la criaturas vivas que hacen tan diverso al universo, amigos de nuestros ríos, de nuestros mares, de nuestros aires, prudentes usuarios del fuego, labradores diligentes de nuestras tierras, propagadores de nuestros conocimientos y administradores de nuestros talentos y riquezas, para tu gloria y eterna alabanza.

Haznos ambiciosos y sedientos de ti y nunca codiciosos y apegados a las cosas, prudentes, pero nunca desconfiados, tiernos pero nunca pusilánimes, vigorosos pero nunca autoritarios, obedientes pero nunca serviles; con sentido del humor pero nunca cínicos.

Que con tu guía y señales en el tiempo y en el espacio, podamos ser contigo eternos e infinitos y ganemos a diario el derecho y la dignidad de participar y solidarizarnos con tu santa creación.

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