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Hace unos meses El Nuevo Día conoció este lamentable caso gracias a una noticia que publicó el portal Vanguardia. Se trata de Lina Johana Gamboa Parra, una madre de 36 años, quien fue brutalmente atacada por J. Orozco, un hombre a quien le había arrendado una habitación en su hogar en Madrid, Cundinamarca. Después de meses de acoso por parte del hombre, no cesó en su insistencia y terminó haciéndole daño.
Según su relato inicial, el hombre, quien comenzó a interactuar inapropiadamente con sus hijas llegó a regalar ropa interior a una de ellas. La situación se agravó cuando, por medio de engaños la llamó a su cuarto, donde la agredió violentamente. “Me lanzó contra la pared y me apuñaló en el cuello. Me dijo que si no era para él, no sería para nadie”, narró la víctima a medios nacionales.
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Tras el ataque, Lina fue trasladada al hospital donde confirmaron que quedaría con graves lesiones en su cuello, perdería la visión e incluso quedaría con dificultades para moverse. Sin embargo, la mayor decepción fue descubrir que el agresor quedó en libertad debido a que la Fiscalía no tipificó el caso como tentativa de feminicidio, sino como lesiones personales.
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Ahora, en una reciente entrevista para el podcast Alerta Crónica, Lina dijo que solicitaría la muerte asistida. “Para mí, la muerte asistida sería una salida no cobarde. Considero que estar sufriendo constantemente no sería una solución”, añadió como única salida a su sufrimiento.
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