Un nuevo capítulo se escribe en el disenso administrativo entre Cortolima y el Ibal. El asunto de la tasa retributiva generó ‘agruras’ dentro de la empresa de acueducto y alcantarillado, después de las últimas acciones que tomó la directora de la Car, Olga Lucía Alfonso Lannini. 

A través de una misiva firmada y con destino a Dagoberto Quiroga, superintendente de Servicios Públicos, la corporación autónoma denunció la mora de pago que presenta el Ibal por la contaminación de cuatro afluentes hídricos que están dispuestos dentro del Psmv (Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos). 

En ese sentido, los afluentes hídricos que están sufriendo impactos ambientales según la Car son el Combeima, Alvarado, Opia y Chipalo. 

En concreto, según lo dispuesto en el oficio, el Ibal adeuda un total de $11 mil 774 millones por concepto de tasa retributiva, los cuales no han sido cancelados desde el quinto periodo del 2020 a la fecha. Y en adición, frente a procesos sancionatorios, la Car ha tasado multas por el valor de 5 mil 494 millones de pesos. 

“En ese orden de ideas se solicita de la manera más respetuosa a la Superintendencia para que dentro de sus competencias se inste al IBAL S.A. E.S.P. OFICIAL para que indique si carece de los recursos para pagar la tasa retributiva, y si ello comprometería la viabilidad económica de la empresa (sic)”, consigna la misiva. 

Y plantea: “Aunado a lo anterior, se presentaría una agravación de la conducta desplegada por la empresa IBAL, puesto que, los recaudos según lo manifestado por la parte administrativa, se han realizado vía tarifa sobre el valor del 1 %, siendo el deber cancelar estos valores a la corporación y no tenerlos en sus cuentas (sic)”.

No obstante, producto de la carta a la superintendencia, la deuda bajó tras un abono de 2 mil 272 millones de pesos por parte del Ibal, lo que reduce el monto de la deuda inicial y le deja un saldo pendiente a la empresa de acueducto y alcantarillado por un monto que asciende a los 14 mil 996 millones de pesos.

¿Connotaciones políticas?

En declaraciones entregadas para la emisora Ondas de Ibagué, la directora de la Car indicó que le “tocó escribir a la Superintendencia”, tras las presiones que finalmente terminaron en un primer pago. 

Es menester acotar que, a lo largo del 2022, la corporación autónoma empezó a sacar adelante los cobros a las deudas pendientes, lo que se leyó entre líneas como una ‘revancha’ política tras el distanciamiento del alcalde Andrés Hurtado y la estructura política del ‘barretismo’. 

Entretanto, la acción de Cortolima no le gustó mucho al alcalde Hurtado, hecho que quedó constatado sobre el pasado septiembre cuando invitó a la corporación a plantear “menos retórica y más acciones”, en medio de un ‘rifirrafe mediático’ que han sostenido ambas entidades. 

“Llevamos tres años de gobierno y la tasa retributiva debe estar oscilando ya los 3 años alrededor de 15 mil millones de pesos. Y el factor regional, que debe ser uno, está disparado. Un factor que supera ese valor impacta en alrededor de 8 mil millones de pesos a parte de la tasa retributiva, y esto conduce a la quiebra de las empresas de recursos públicos”, manifestó con anterioridad Hurtado Barrera.

Y el ‘resquemor’ producto de dejar en evidencia la solvencia fiscal del Ibal, ha generado todo tipo de cuestionamientos entre el Alcalde y la corporación autónoma. 

“El Ibal ha tenido toda la vida ‘acuerdos de pago’ por la corporación, lo que pasa es que en este caso no se pudo firmar porque la gerencia del Ibal se negaba a reconocer el factor regional que la CAR liquidó, que es competencia de nosotros, y que tampoco asumiría los intereses que han generado estas deudas”, apuntó Alfonso Lannini. 

Aunado con la alerta que recibió la superintendencia, podría incluso dejar en entredicho la entrega de obras como el acueducto complementario, es decir, es posible que se puedan comprometer esos recursos. 

“Hay un proceso que, por una parte de estos recursos, el Ibal demandó a la corporación por la liquidación de la tasa retributiva porque no está de acuerdo con el acto administrativo que usamos para cobrarle. Eso está en demanda y ya hubo una primera decisión en donde nos dieron la razón y no nos suspendieron el cobro”, expuso Alfonso Lannini. 

Así las cosas, son alrededor de 7 mil millones de pesos que están dentro de ese proceso de demanda, que aún está a la espera de resolverse vía jurídica. 

Y, mientras se resuelve la demanda, la directora de la Car invita al Ibal a pagar sus deudas.

DATO: 14 mil 996  millones de pesos le debe el Ibal a Cortolima.

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