En la madrugada de este sábado partió de este mundo el tolimense Jaime Corredor Arjona a sus 90 años de vida, su trabajo y talento como ingeniero civil le permitieron dejar una gran huella en el urbanismo de la capital tolimense.

Algunas de las obras en las que participó y que se conviertieron en legado arquitectónico, son la Beneficencia del Tolima, el hotel Ambalá y el López de Galarza. Corredor Arjona, quien se especializó en estructuras, construyó las piscinas olímpicas de la 42 con Quinta y el coliseo Enrique Triana Castilla.

En su trayectoria profesional se incluye ser Secretario de Obras Públicas del Departamento en 1962, fue gerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, en 1998, y también integró la Junta Directiva del Conservatorio del Tolima e hizo parte de esta Casa Editorial como accionista y miembro de su Junta.