En este sentido, diferentes estudios han encontrado una relación entre las emociones negativas y cambios físicos, como el aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, que pueden ser la causa de una sobrecarga del corazón.

Es importante trabajar día a día en el autoconocimiento emocional para detectar a tiempo situaciones que generan estrés, e identificar acciones que puedan contribuir a volver a un estado pasivo o de calma; esto nos puede ayudar a controlar estados emocionales negativos extremos, que como es común escuchar, pueden provocar un paro cardiaco.

Es cierto que sentir alegría, excitación, paz y tranquilidad puede inyectar una dosis de carga positiva para alivianar el corazón, pero de esa misma forma la ira, la tristeza, la angustia, el miedo y la ansiedad son enemigos del correcto funcionamiento de este órgano vital.

Todo esto tiene una justificación científica que explica el doctor Julio Zuluaga, asesor de Bayer en temas cardiovasculares.

“Nuestro cuerpo está interconectado y las emociones que se generan en nuestro sistema neurológico viajan a través de neurotransmisores hacia el sistema nervioso parasimpático y simpático, que son los encargados de controlar el corazón, y a su vez, hacen que este órgano varíe su manera de funcionar, trayendo consecuencias negativas a largo plazo”.

Cómo se puede cuidar el corazón

Las situaciones que pueden causar una cardiopatía también se han familiarizado con las relaciones interpersonales de pareja, es decir lo que se conocen comúnmente como mal de amor o síndrome del corazón roto.

Este tipo de padecimiento trae consigo una serie de altibajos emocionales que son desencadenados por pensamientos negativos, malos hábitos alimenticios y todos los síntomas relacionados con la tristeza. 

Por esto, para tener una feliz celebración del día del Amor y la Amistad, y continuar con hábitos que permitan disminuir el estrés y tener un mayor control sobre situaciones complejas hacemos algunas recomendaciones para mantener en óptimas condiciones este órgano vital:

a) Evite eventos que sabe que le van a generar estrés.

b) Lleve una dieta equilibrada que incluya carbohidratos, proteínas, vitaminas y oligoelementos.

c) Realice actividad física como montar bicicleta, caminar y nadar por lo menos por 30 minutos 5 veces a la semana.

d) Disminuya el consumo de cigarrillo, café, sustancias psicoactivas y alcohol porque potencian el estrés.

e) Duerma por lo menos 6 horas todos los días.

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