Las fotos respecto al avance en la construcción del puente que conecta Baraya (Huila) con Alpujarra (Tolima), publicadas recientemente en la cuenta de Facebook de esta última Administración, generaron opiniones divididas y pusieron de nuevo sobre la mesa la inquietud, por parte de la ciudadanía, de conocer cuándo estaría en funcionamiento la estructura.

Y es que según algunos usuarios, y tal y como lo había mencionado anteriormente el concejal Yefry Andrés González, en diálogo con esta redacción, al parecer el 31 de diciembre de 2022 había aflorado como una fecha de entrega de la obra, asunto que no se hizo realidad.

De hecho, presuntamente sería la segunda fecha estimada, toda vez que a principios de julio del año anterior, el cabildante mencionó que: “Nosotros como Concejo Municipal le hemos hecho un seguimiento mensual, hemos visitado e indagado y tanto la interventoría como los ejecutores de la obra, nos dicen que el puente se entrega el 31 de agosto de este año, vemos un avance importante”.

Noticias desde el Departamento ‘vecino’

Por su parte, la Gobernación del Huila que, cabe decir contrató la obra que está siendo ejecutada por el Consorcio Icmo - Geotechnics, a través de un video compartido en sus redes sociales, se refirió el pasado 26 de diciembre a las labores que se adelantan sobre el río Cabrera.

“A la fecha de hoy el proyecto contratado tiene un avance de ejecución de aproximadamente entre el 90 y 95 %, este corresponde a un puente colgante metálico, donde gran parte de la estructura está instalada”, acotó Nelson Arias Villarreal, supervisor del contrato por parte de la Secretaría de Vías e Infraestructura del Huila.

Y agregó: “En estos momentos se están haciendo unos tratamientos de soldado en las  partes metálicas y falta la conformación de la placa del piso, es una placa de 78 metros de longitud por ocho de ancho, este puente va a quedar habilitado para el flujo vehicular  en doble sentido, diferente al que había, el cual era solamente en un solo sentido”.

En cuanto a la puesta en funcionamiento del puente Las Delicias, donde la Administración huilense ha invertido, en su concepto, más de $8.000 millones, se proyecta que se materialice en el primer semestre del año en vigencia.

‘Vistazo’ al contrato 

en cuestión

De acuerdo con el Otrosí No. 3 al contrato de obra No. 286 de 2017 suscrito entre el Departamento del Huila, a través de la Secretaría de Vías e Infraestructura, y el consorcio Icmo Geotechnics, con fecha de mediados de septiembre de 2022, que reposa en el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (SECOP I), el valor inicial del contrato correspondía a $5.302.829.532, pero tras una adición de $2.505.385.323, los recursos terminaron por el orden de $7.808.214.855.

Asimismo, el documento indica que si bien el plazo inicial para la ejecución de las labores correspondía a 6 meses a partir de la suscripción del acta de inicio, tal ítem registró un par de adiciones, una de 4 meses y otra de 8, obteniendo así que el plazo a adicionar consistía hasta el 31 de diciembre de 2022.

Vale decir que el acta de inicio se suscribió el día 8 de septiembre de 2017, y conforme al documento “ha tenido las siguientes suspensiones y reinicios: Suspensión 1, del 3 de octubre de 2017, reinicio 1, del 14 de junio de 2019; suspensión 2, del 18 de junio de 2019, reinicio 2, del 22 de diciembre de 2020; suspensión 3, del 21 de enero 2021 y reinicio 3, del 12 de mayo de 2021”.

Opciones de movilidad

Ante el desmonte de la antigua estructura, los alpujarreños ‘lidian’ desde hace por lo menos 7 meses con las implicaciones sociales y económicas que representa el hecho de solo contar con dos alternativas para movilizarse.

Por ejemplo, en caso de trasladarse en automotor hacia Neiva, los ciudadanos deben optar por la vía Dolores - Prado - Saldaña, mientras que para dirigirse a Baraya, lo hacen por medio de una garrucha por un costo de $3.000.

Argumentos 

En el Acta de justificación No. 3 para prórroga del plazo al contrato de obra, se hace referencia a una reunión entre Eliana Conde, secretaria de Vías e Infraestructura; Rodrigo Suárez, representante legal del consorcio Icmo Geotechnics (contratista de obra), Jorge Alfaro, representante Legal del Consorcio Puente Río Cabrera (contratista de interventoría); y Nelson Arias, supervisor del contrato, el pasado 7 de septiembre, y se hace alusión a justificaciones jurídicas y hechos que habrían impedido la conclusión del objeto contractual dentro del plazo estipulado.

Según reza en el oficio, entre las alteraciones de orden público, se advierte sobre vías de hecho que conllevaron a aplazar la actividad de desmonte de la estructura preexistente y bloqueos en la vía que de Neiva comunica con los municipios Tello y Baraya.  

De la misma manera, se expuso que las condiciones viales en territorio tolimense dificultan el ingreso de materiales pétreos, y se avisó sobre retenciones ilegales de los vehículos “(...) registradas con la comunidad transportadora de Baraya, quienes impidieron la movilización de volquetas con agregados pétreos hacia el sitio de obra, han imposibilitado la actividad de fundido manual como se contempló inicialmente en los APU”. 

Y añade: “Es así que se hizo preponderante la utilización de concreto premezclado, suministrado directamente de la planta de concreto más cercana: Argos, ubicada a 67 km de la obra. Esto aumentó los costos de producción y los tiempos de entrega al tener que depender de la planta concretera en su programación, porque la capacidad de producción de la planta no da abasto con la demanda actual y los despachos del material con el tren de carga están limitados a 7 camiones mezcladores”.

Aunado a ello, la demora en la importación de insumos metálicos, atribuida a la escasez en el mercado mundial; recursos de inversión que con relación al presupuesto no serían suficientes; y la falta, según el contratista, de personal en la región para ejecutar actividades de obra, lo cual ha derivado en la tarea de traer personal de otras zonas, son otras circunstancias enlistadas en el acta.

Igualmente, se menciona que: “La exigencia del terreno en la etapa de excavaciones obligó al contratista a implementar mayores esfuerzos en sus recursos para la ejecución de las obras, a pesar de esta implementación y de actuar con diligencia, eficacia y responsabilidad, los rendimientos se ralentizaron por el alto volumen de roca encontrada in situ de ejecución, alterando el cronograma y el desplazamiento de actividades de obra”.

Dato

- Esta redacción intentó establecer comunicación con el Alcalde de Alpujarra para conocer su percepción frente al tema, pero no fue posible.

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