Olores nauseabundos y zancudos son el común denominador desde hace tres meses en la manzana C del barrio Cutucumay, pues sus habitantes aseguran que el mal estado de la vÃa, hecho sumado a las lluvias, ocasionó el hundimiento de la calzada haciendo que colapsara la red de alcantarillado que pasa por el lugar.
“En abril se abrió un roto sobre la vÃa y empezó a salir agua, entonces enviamos cartas al Ibal y a (SecretarÃa de) Infraestructura para que vinieran, porque estaba en la mitad de la calle; luego se abrieron dos más siguiendo por la cuadra, parece ser que el alcantarillado colapsó, pero no ha sido posible que vengan y los malos olores ya nos están perjudicando, además eso está lleno de gusanosâ€, dijo Nelsy Leyton, una moradora del lugar.
Según Leyton, cerca de 10 familias de dicho barrio están siendo afectadas por este daño, ya que han presentado problemas de salud: “Aquà nos enfermamos de una infección intestinal y hemos sufrido picaduras de los zancudos; creo que es debido a esos olores que no han venido a arreglarâ€, comentó, a la vez que indicó que las casas de esta manzana (la C) y los apartamentos pertenecen a profesores universitarios. Asà mismo, otras familias de la urbanización ValparaÃso I podrÃan resultar perjudicadas puesto que las aguas residuales, cuando se rebosan, circulan libremente por la vÃa, llevando los olores a otras viviendas.
“Con la lluvia (se) limpió un poquito, pero cuando no llueve el agua corre por dos cuadras y el olor es más insoportableâ€, alertó la señora Nelsy. Entre tanto, Betty Bastidas sostuvo que el problema de la calzada se ha venido presentando desde “hace muchos años, pero eso se acentuó por las lluvias; hemos hecho muchas llamadas al Ibal para que haga la intervención, nos dicen que sÃ, que ya vamos a ir y hasta el momento nada; entonces, algunos vecinos están trayendo escombros y botándolos ahà para tapar los rotosâ€.
Aumenta contaminación
Sumado a los zancudos, mosquitos y moscas que se observan frecuentemente en el sector, la comunidad afirma que algunos caninos atraÃdos por el olor hacen también sus necesidades biológicas sobre los huecos, lo cual aumenta la contaminación.
Como consecuencia de ello, Edna Cecilia Ospina de Giraldo radicó un oficio en el Ibal. “Nos contestaron que en la primera semana de agosto venÃan porque no podÃan antes y habÃa mucha demanda de trabajos, nos toca esperar para ver si cumplen, porque desde abril hemos estado en esa lucha. Exigimos una solución urgente, porque nos estamos enfermandoâ€, puntualizó.
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