Más de un año de abandono tiene un arrume de llantas considerado como un foco de contaminación, lo cual genera preocupación a los residentes de ‘Valle escondido’, perteneciente a la vereda, Puerto Perú, vía a Llanitos.
Los neumáticos llegaron a hasta ese lugar debido a que fue utilizado el terreno para colocar una pista de ‘Karts’ que tiempo después se trasladó, pero, según la comunidad dejaron en el sitio el montón de llantas, provocando así un problema de salud pública al generarse el estancamiento de las aguas lluvias.
Los residentes de la zona temen que debido a esto se genere un brote de zancudos tipo aedes aegypti, que es el encargado de transmitir el dengue, la fiebre amarilla, y el chikungunya, ya que la zona es muy visitada por turistas y son varios los niños que viven en sectores aledaños.
La gerente seccional de la Andi, María Cristina Lara, comenta que la entidad realiza el ‘Programa de Posconsumo’, encargado de recibir los inservibles industriales como llantas usadas, ya que en Ibagué no hay un punto permanente de recolección, diferente a lo que sucede en algunas ciudades principales.
Lara propone que si la comunidad desea entregar estos neumáticos al programa, deberán esperar a la próxima jornada que se pretende desarrollar entre los meses de abril y mayo.
Por su parte, Cortolima manifiesta que aunque es una problemática ambiental no está dentro de sus facultades la recolección de dichos inservibles.
Las llantas al no ser residuos ordinarios, los operadores de aseo no las pueden recoger ni llevar a un relleno sanitario; es así que en 2010 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial firmó la resolución 1457, en la que obliga a los productores y comercializadores de neumáticos a encargarse de crear sistemas de recolección selectiva y gestión ambiental, sin embargo, esto no ha surtido el efecto esperado.
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