Cuando todo se ha intentado y nada funciona queda el recurso de acudir a la brujería y a los sortilegios. Esa parece ser la explicación de los numerosos avisos de ese tipo que se observan en los periódicos.
“Atropellado por una moto muere anciano de 51 años”. Este fue un titular de prensa que causó desconcierto a muchas personas. Y es que parece que especialmente periodistas y comunicadores se encuentran un poco confundidos con tantas formas utilizadas para rotular a quienes han cumplido 50 años y más.
No fue el Covid-19 el que sentenció a los abuelos, antes lo hicieron el sistema de salud, el laboral y el desdén por los viejos. El primero por la deficiente y tardía atención que ofrece y porque ahora el tratamiento de cualquier patología que no se relacione con la pandemia se posterga por tiempo indefinido.