Armemos nuestra Selección

Muchas cosas buenas se dijeron cuando el hijo de don Argilio se posesionó como Fiscal General de la Nación: Su origen, formación jurídica, independencia, trayectoria tanto en la academia como en el servicio público en la Procuraduría y en la Corte Constitucional.

Sin embargo, desde el inicio, también se proyectó una sombra inquietante sobre este personaje, por su trabajo como asesor y abogado de Saludcoop, empresa de un paisano suyo con doctorado en corrupción. Embrollo este que le resta credibilidad y que lo ha llevado a desbordar el papel que debe cumplir quien está al frente del ente investigador.

El hijo de don Argilio llegó gritando que el país se iba a estremecer con las denuncias que iba a hacer sobre la Farc política y cuando las destapó solo derramó infamias sobre la inocencia del exsecuestrado Sigifredo López, a quien mandó a la cana injustamente, para anotarse un falso positivo.

Cuando le destaparon presuntos pagos recibidos de Saludcoop, siendo fiscal, enfiló baterías con pólvora mojada contra la Contralora General de la Nación, algo que amainó cuando entró a hacer mandados politiqueros en la reelección, sin preocuparse por el nido de palomos en que se le estaba convirtiendo la Fiscalía.

Hecho parte del mandado se untó más de lo que sabemos y le dio por meterse en una tan sin sentido como la de Pachito con su primo, o la defensa de Uribe a su pandilla y se dedicó a buscarle pelea a Gómez Méndez, sin que éste le parara bolas, algo que lo enfurece porque lo que le gusta al hijo de don Argilio es la pantalla.

Dicen que el hijo de Don Argilio elude cualquier reunión o debate donde participe Alfonso Gómez Méndez. Mucha especulación sobre las razones para este comportamiento. Complejo de…(¡)…, ni han se sabe. ¿Envidia? ¿Faldas como la de la subida a Monserrate? Lástima para el Tolima que quien pudo ser una posibilidad de buen ejemplo ético para un departamento sin dirigencia política, haya preferido inclinarse por la carroza de vidrio para desfilar en lo que fue el Festival Folclórico.

Su corto vuelo obliga a mirar para otro lado a nivel regional y buscar nuestra selección. Es la oportunidad para pensar en personas capacitadas, de reconocida honorabilidad y con demostrada vocación de servicio y amor por el Tolima. Con logros reales y no baboseados. Esta oportunidad la pueden brindar personas como el ministro Alfonso Gómez Méndez, Alfonso Reyes, rector de la Universidad de Ibagué, Antonio Melo, el exDirector de El Nuevo Día, tan odiado por la corrupción e impulsador de la cultura. Solo un ejemplo y una invitación a pensar en el Tolima que merecemos.

Ñapas:

1.-Para dialogar…hacer taller.- La mentira es socialmente condenable, pues una sociedad no puede funcionar si no existe confianza mutua, respeto a la palabra dada, si no puede contar con la honestidad de la mayoría. Si todo el mundo mintiese, la vida en sociedad no sería posible… ¿No es eso lo que ocurre a veces con los políticos, que a fuerza de engañar a sus electores ya nadie les cree, ni siquiera cuando dicen la verdad?

2.-Un Presbiteriano, compañero de varios años en grupo de trabajo por la Paz me recuerda el Salmo 85,10: “La Misericordia y la Verdad se encontraron, la Justicia y la Paz se besaron”.

3.- El Tolima tiene talento. Dizque $500 millones para dar premios de $10 millones… y el resto? Juegos tradicionales con encostalados y embolsados. Patrimonio cultural con contratos enmosaditos. La verraquera !!!.

4.- Extraordinario el papel de la selección Colombia en el mundial. Unieron al país y lo pusieron a soñar. Pékerman, James Rodríguez y el resto de combo merecen felicitaciones y agradecimientos. Nadie había hecho tanto por la buena imagen del país. Para ellos un abrazo verracamente tolimense.

5.- Vaya alistando el espíritu y el maleto para disfrutar el Mangostino de Oro en Mariquita, del 15 al 17 de agosto. Lo mejor en música de cuerda, ambiente agradable, excelente organización, camaradería y hospitalidad. No lo piense dos veces, y mejor con la familia.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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