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-El paro nacional sirvió para demostrar que hay muchos sectores de la sociedad inconformes con la situación social y política del país y la carencia de gestión del gobierno para solucionar los problemas. El gobierno responde con represión, amenazas y arengas promeseras. La respuesta ha sido la misma desde hace muchos años, con o sin dictaduras, por la falta de compromiso con los intereses y necesidades de los menos favorecidos.
Por eso y ante tantos resultados inconclusos de negociaciones y acuerdos, encaminados a terminar con la violencia y disminuir la inequidad de este país, bueno sería, entre otras propuestas, un nuevo compromiso con la participación de todos los interesados en la paz y el bienestar de los colombianos. Un gran acuerdo para implementar y cumplir a cabalidad con el Acuerdo de Paz de La Habana. Pues la verdad es que este gobierno, que ya entró en la recta final, aupado por sus copartidarios, se ha dedicado a torpedear, hacer trizas, todo cuanto signifique desarrollar y cumplir lo allí pactado. Y esa política ha dado sus frutos con el recrudecimiento desbordado de la violencia que se manifiesta en el asesinato de líderes sociales, excombatientes, defensores de derechos humanos y reclamantes de tierras y el regreso de muchos desmovilizados a la guerra.
No es difícil hacerlo si se intenta pensando en el futuro del país.
*.-HAY QUE SACAR EL DIABLO Bambuco de Eugenio Arellano
Qué le estará pasan a nuestro país
Desde la última vez que yo le canté
Mi último bambuco habló de dolor
Ahora las cosas andan de mal en peor.
…No puede uno callarse teniendo voz.
Si la moral del mundo va para atrás,
Qué se hicieron los hombres que el bien
Siempre la misma cosa, no habrá poder para que la justicia traiga la paz
Hay que sacar el diablo, no hay más que hacer.
…Que suenen explosiones de inteligencia
Sobre el herido vientre de mi país,
Que el pueblo desde niño tome conciencia
Que la violencia no lleva a un fin.
…Aunque ya se haya dicho, bueno es decirlo,
Hay que parar la guerra con la canción,
Porque solo el bambuco tiene permiso
De hacer llorar el alma de la nación.
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