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Se hacía sentir la autoridad del Secretario de Gobierno de Ibagué, que quería demostrar su ignorancia sobre nuestra historia y su fuera de lugar en temas culturales. Ni idea que Quintín Lame fue un líder pijao, golpeado en la cara por el abuelo de Paloma Violencia, cuando era conducido, amarrado de pies y manos por las calles de Popayán, que se salvó de la emboscada de la Policía en Neiva que tenía la orden del jefe conservador de eliminar al indígena y a su grupo.
Tampoco sabía el funcionario que después de los oprobios Quintín Lame marchó al sur del Tolima, donde organizó cabildos en Ortega, Natagaima y Chaparral y que murió anciano y pobre en Ortega. Y después preguntan porqué Ibagué está como está.
En 1950, año trágico para Colombia y los herederos de Quintín Lame, el Ejército y la Policía destruyeron los ranchos de los indígenas de Ortega y Natagaima y sus ocupantes mandados al carajo.
Con la explotación del petróleo, Ortega se llenó de tinterillos especializados en legalizar el robo de tierras a los indígenas y su tragedia continúa gracias al embate que le están haciendo las petroleras.
El abandono en que se tiene a nuestros indígenas, se parece mucho al que sufren los habitantes de las riveras del rio Combeima. La alerta que se dio con la avalancha de 1959 de nada sirvió y muy poco se ha hecho por el mantenimiento de sus afluentes y las obras necesarias para que el rio conserve su cauce, están en veremos.
Peligro permanente para el suministro de agua para Ibagué, peligro que crece con la tala indiscriminada de árboles , como se comprueba con la simple observación de lo que ocurre con la Martinica , a la vista de Cortolima. Pero para demostrar que Ibagué bivra, destruyen el medio ambiente en Calambeo.
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