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La joven halterófila india, Yashtika Acharya, falleció trágicamente el pasado martes a los 17 años mientras entrenaba en el gimnasio Power Headquarters, en la ciudad de Naya Shahar. Acharya, considerada una de las grandes promesas del deporte en su país, intentaba levantar una barra de 270 kg en sentadilla, un peso que ya había manejado anteriormente con éxito.
En un video que ha circulado ampliamente en redes sociales, se puede ver cómo la joven logra despegar la barra de su estructura de soporte, pero lamentablemente, sus hombros ceden bajo el peso y la barra cae sobre su cuello. A pesar de los esfuerzos inmediatos de sus compañeros de entrenamiento y de su entrenador para retirar la barra y realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), Acharya no mostró signos vitales.
Según informes de la policía local, la atleta estaba entrenando bajo la supervisión de su entrenador cuando ocurrió el fatal accidente. La autopsia ya fue realizada y su informe está en manos de la familia. Aunque no se ha interpuesto ninguna denuncia formal, algunos testigos han señalado al entrenador de Acharya, quien podría haberla presionado para intentar el levantamiento. Esto ha generado un debate sobre la seguridad en los entrenamientos de halterofilia, en especial, en lo que respecta a la responsabilidad de los entrenadores en la supervisión de jóvenes atletas.
Yashtika Acharya había destacado recientemente en el Campeonato Nacional de Press de Banca en Goa, donde ganó una medalla de oro en la categoría sub junior de 84 kg, lo que la posicionaba como una figura prometedora del fitness en la India. Su trágica muerte ha conmocionado al mundo deportivo, generando preguntas sobre los límites del entrenamiento y las precauciones necesarias para prevenir este tipo de tragedias.
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