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Dos protagonistas de esta historia fueron los abogados Kelly Córdoba y Andrés Vasco. A ambos les cambió la vida cuando conocieron a Alejandro. La abogada fue profesora de él durante la universidad, para ella, un estudiante más y hasta poco sobresaliente. Pero fue con el tiempo lograron afianzar una amistad, en la que la familia acogió como parte de ellos.
La madre de Alejandro, Olga Cardona, una mujer se presentaba como una persona glamurosa y que ostentaba propiedades en la Ciudad de New York y París. Junto a ella, en 2019, Alejandro se presentó en la Universidad donde laboraba Kelly, allí les solicitaron ayuda por un caso de negligencia médica, para lo cual, la abogada los remitió con su esposo.
Así se introdujo el ‘joven Duque’ en la vida familiar. Comenzaron las visitas, los casos y la cercanía. Los esposos fueron cayendo más y más en sus mentiras, y junto a ellos atrayendo más personas a la red que madre e hijo habían creado para que el grupo de personas engañadas con sus historias les soltaran plata.
El cuento del falso ducado llegó en la celebración del cumpleaños de Olga Cardona. Los abogados escucharon una increíble historia sobre el abuelo, Venancio Cardona, la guerra española, el exilio, la búsqueda de una nuevo hogar y la formación de una cuantiosa herencia, además de un ducado porque su familia tenía título nobiliario en España.
Sin embargo, para que este pudiera recibir la millonaria herencia, debía cumplir unas estipulaciones que su abuelo dejó en el testamento. Ser un hombre independiente económicamente, tener una empresa y conocer la verdadera amistad.
Como de película fue el guion montado por ambos, con la increíble capacidad de convencimiento y la seguridad de Alejandro para contar la historia, secundado por su madre. Lograron que la familia le soltaran 20 millones de pesos para montar su empresa y obtener la preciada herencia y el título.
En 2021 la familia viajó junto a Alejandro y su madre a España, supuestamente para una audiencia en el Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid.
Allí tenía que resolver un problema por unos dineros que, según su historia, le depositaron al joven y que por su supuesta inmadurez comenzó a gastar sin pensar, lo que generó un congelamiento en las cuentas familiares, al tratarse de un caso por posible lavado de activos, los abogados les creyeron.
Así, convencidos de su versión, los esposos comenzaron a realizarles más préstamos que, en un momento, madre e hijo les pagaron. Razón que no les dio para dudar de ellos y tampoco al círculo de personas que la familia de abogados les presentó y que poco a poco comenzaron a soltarles más plata.
Vil estafa
En 2022, todo estaba listo para que Alejandro recibiera su herencia y el tan esperado título de Duque. La familia viajó a España junto a Olga y su hijo, además de otros testigos. Compraron ropa y para seguir con el protocolo de la corona española, tuvieron que enviar fotos de sus vestidos, para que no chocaran con el traje de la Reina Leticia.
Ni el castillo de Toledo, ni la recepción real, ni nada. No pasó absolutamente nada de lo prometido en Colombia. Quedaron vestidos y alborotados en España, según Alejandro, por retrasos propios de la monarquía española.
Sus acompañantes empezaron a cuestionar la rebuscada historia. Tenían miedo de investigar y darse cuenta de que fueron vilmente estafados. Además del terror psicológico que el joven y su madre les había implantado al decirle que estaban siendo investigados por la Fiscalía General de la Nación.
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Sin embargo, los estafados querían conocer la verdad. Así fue como lograron contactarse con funcionarios en España del Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid y el Ministerio de Cultura, allí les confirmaron que no existía ningún caso que involucrara una herencia y un título nobiliario con Alejandro Estrada.
Habían estafado a 18 personas, más de 1200 millones. Los esposos perdieron 140 millones de pesos y respondieron por otros 90 millones, porque asumieron la deuda de sus familiares, al fin y al cabo ellos se lo habían presentado.
De Alejandro y Olga supieron que estaban en New York, donde además, descubrieron que las supuestas propiedades de la mujer estaban en Airbnb. Todo era falso.
En mayo de 2022 fue la última vez que tuvieron comunicación con los estafadores, su glamurosa madre y el ‘Duque paisa’, quienes desaparecieron sin dejar rastro.
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