Voto obligatorio en Colombia: ¿llegó la hora de implementarlo?

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Luego del alto abstencionismo que se registró en el país en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, revivió el debate sobre si el voto debe ser obligatorio.

CALI, COLPRENSA

Por más apatía que ha habido en Colombia en las últimas décadas frente a las elecciones para la Presidencia de la República, jamás las cifras del abstencionismo habían alcanzado niveles tan altos como los que se registraron el pasado domingo.

Aunque eran 32 millones 975 mil 158 personas las habilitadas para votar en esta contienda, solo 13 millones 216 mil 402 ciudadanos participaron de la jornada. Esto quiere decir que el 60 por ciento de los habilitados, 19 millones 758 mil 756 personas, no encontró razón de peso o incentivo para salir a sufragar.

Esta indiferencia frente a los procesos electorales ha disparado las alarmas no solo en los partidos políticos sino, además, en amplios sectores de la sociedad civil que ven con preocupación cómo una de las democracias más antiguas de América Latina afronta una profunda crisis en materia de participación.

Ante esta situación, han empezado a surgir propuestas como la de promocionar la importancia de la democracia desde la etapa escolar, aumentar los incentivos a los colombianos para que salgan a votar o, incluso, establecer de una vez por todas el voto obligatorio.

Quienes defienden la obligatoriedad del sufragio aseguran que es este un elemento fundamental para fortalecer la institucionalidad y hacer que los electores cumplan esa función. Los que se oponen a la medida alegan que el voto obligatorio desdibuja el papel del ciudadano en la democracia.

Así lo señala el internacionalista Enrique Serrano, quien aseguró que el voto obligatorio tiene una gran cantidad de problemas y riesgos y “que no podemos empezar a discutir esta situación simplemente por un tema coyuntural.

“En los países que implementaron el voto obligatorio han existido complicaciones porque eso cambia la naturaleza de la política y la participación se vuelve un compromiso casi que por descarte; es decir, los partidos políticos se desgastan y entran en una especie de barrena. Creo que no estamos preparados todavía”, indicó Serrano.

Por su parte, el exfiscal general Francisco José Sintura considera que es hacia allá donde debería transitar el país, aunque reconoce que no es este el momento o el escenario propicio para discutir sobre la obligatoriedad del voto.

“El gran problema es que en Colombia no hay una cultura del cumplimiento de la ley; aquí tenemos un abstencionismo que muestra que la gente no tiene simpatía por ningún candidato. El 60 por ciento de las personas que están habilitadas para votar no lo hace porque los partidos no son atrayentes, los programas tampoco y los candidatos muchísimo menos”, indicó el exfiscal general.

La discusión no es nueva

Si bien el tema ha entrado en la agenda nacional a raíz de los resultados de la primera vuelta por la Presidencia de la República, no han sido pocas las horas de debate que se han dedicado al voto obligatorio en Colombia.

Incluso, durante la Asamblea Constituyente de 1991 fue una de las tesis que más discusión generó entre quienes consideraban que el voto era un derecho y que, por lo tanto, debería ser voluntario, y los que insistieron en que sufragar era función del ciudadano y, por eso, era necesaria la obligatoriedad.

El exmagistrado de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán indicó que es un convencido de que “el ciudadano no solo tiene el derecho, sino que cumple con una función en la democracia cuando se le llama a la conformación de las autoridades públicas mediante el sufragio; el problema es que ese debate, que debería volverse a surtir, siempre ha concluido en que el voto es solo un derecho y no es obligatorio”.

Lo que algunos analistas se preguntan es cómo regular el voto obligatorio: ¿Metiendo a quienes no votan a la cárcel como los 20 millones que no fueron a votar el pasado domingo? ¿Imponiendo como requisito para salir del país la muestra del certificado electoral? ¿Aplicándole un descuento salarial?.

“Yo lo que creo es que la falla es estructural. Los partidos no han sido capaces de cautivar a los ciudadanos para que voten y aún nos falta muchísima educación cívica, una educación que arranca desde la escuela”, consideró el exmagistrado Beltrán.

El exministro del Interior Fabio Valencia Cossio aseguró que lo que hay que pedir al país es que entienda la importancia de la participación en la democracia. “El voto es el único elemento que tiene un ciudadano en una democracia como la nuestra para premiar o para sancionar a un gobernante.

“Ahora, los partidos han tenido mucho qué ver en esta crisis porque han dejado de interpretar muchas veces el sentimiento de la gente. Por eso creo que más que castigar, hay que generar unos incentivos al votante”, dijo el exministro.

Credito
EL NUEVO DÍA

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