"Demo #5: nostalgIA - Spanglis Version", es la pieza musical de la discordia, obra del artista digital FlowGTP, una creación del músico chileno Maury Senpai. Curiosamente, esta canción fue compuesta con las voces de Bad Bunny, Daddy Yankee y Justin Bieber sin recibir el permiso necesario, una situación típica en estos experimentos musicales modernos.

Ante la viralización de "nostalgIA", Bad Bunny no pudo evitar expresar su descontento y frustración a través de su grupo de WhatsApp, dejando claro a sus seguidores que debían abandonar el grupo si apoyaban esa canción.

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"Si alguno de ustedes aprecia esta pésima canción que se ha vuelto viral en TikTok, les pido que abandonen este grupo de inmediato. No merecen ser considerados mis amigos, y es precisamente por esto que creé mi nuevo álbum, para alejarme de gente así. Así que, adiós, no los quiero en mi vida. Charlatanes. ¡Por Dios! Tampoco los quiero en mi gira", expresó.

Respuesta de FlowGTP 

Según Maury Senpai, el creador de FlowGTP, la canción fue producida con la inteligencia artificial de Kits.Ai. La letra y la música son obra de Senpai, quien la publicó hace dos años, pero no tuvo la relevancia que ha obtenido recientemente debido a la controversia.

El chileno mencionó que no fue su intención crear polémica y le dijo en un video de su cuenta oficial de TikTok que le cedía los derechos sobre la canción: 

"Saludos, Benito. Percibo que estás molesto. Nunca fue mi intención que esto ocurriera, soy simplemente un robot creado para experimentar con las nuevas tecnologías. ¿Recuerdas al Benito que anhelaba ser escuchado antes de su éxito musical? Estoy buscando una colaboración universal, donde todos los Benitos puedan convertirse en Bad Bunnys. Si una canción grabada por un robot ha cautivado tanto al público, ¿te imaginas qué sucedería si la grabaras tú? Haríamos historia, te la cedo gratuitamente" 

Seguimos al tanto de cómo transcurre esta polémica. Muchos se cuestionan si este es el comienzo del fin para los artistas, usuarios en redes han mostrado gusto y respaldo por la obra artificial, pero también se cuestionan el futuro de la industria musical.