Las autoridades de Bogotá han desmantelado una estructura criminal que operaba en la localidad de San Cristóbal, dedicada al hurto, lesiones personales y abuso sexual de menores de 14 años. Esta organización, que había estado activa durante los últimos dos años, instrumentalizaba a menores para llevar a cabo sus delitos, generando ingresos anuales superiores a $360 millones. La operación se llevó a cabo tras una exhaustiva investigación y seguimiento por parte de las autoridades.

La banda delictiva tenía un modus operandi bien definido, conducía a sus víctimas a la invasión conocida como Las Malvinas, un área de difícil acceso donde podían cometer sus crímenes con mayor impunidad. Según el teniente coronel Norberto Caro, jefe seccional de Protección y Servicios Especiales de la Mebog, la organización se centraba en barrios como La Victoria, San Martín de Loba y Guacamayas Sector I y II. Allí, utilizaban la fuerza y amenazas, incluyendo el uso de armas blancas, armas de fuego y un perro pitbull, para despojar a las personas de sus pertenencias.

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Además de los abusos físicos, los delincuentes amenazaban a sus víctimas para que no denunciaran los hechos a las autoridades. Les advertían que conocían la identidad de sus familiares y sus direcciones, lo que aumentaba el miedo y la coacción. Esta táctica les permitía operar con relativa libertad y sin temor a represalias legales. La situación era alarmante, ya que se estima que hay al menos 36 víctimas conocidas, sin contar aquellas que probablemente no han sido denunciadas.

El seguimiento realizado por las autoridades fue clave para desarticular esta red criminal. Se lograron aprehender a cuatro menores involucrados en la organización, así como la captura de un individuo por orden judicial y dos más en flagrancia. Además, se imputaron cargos a tres personas que se encontraban en centros carcelarios. En lo que va del año 2024, la Policía ha aprehendido a 800 menores, de los cuales 750 fueron en flagrancia y 50 por orden judicial.