Y el empresario qué?

Eduardo Pilonieta Pinilla

No recordamos cuantos proyectos de ley de reformas al Código Sustantivo del Trabajo, de esos que corren por ahí, hemos revisado antes de la presentación oficial del texto al Senado de la República y en ninguno de ellos hemos encontrado el más mínimo estímulo para la generación de empleos que es el mal que aqueja al 70% de los colombianos. 
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Todo lo proyectado se enfoca en mantener los contratos de trabajo de manera inamovible, tema éste que, en lugar de invitar a la creación de nuevos puestos de trabajo, obliga a los empleadores a ser más prudentes en el contratar y a tratar de buscar personas que no estén insertas en las causales de inamovilidad que se preverían en la nueva ley. 

En materia de puestos de trabajo hay dos posiciones definidas: la teórica, consagrada en la ley que se redacta desde la comodidad de los escritorios y se hace de manera inmaterial creyendo que será una solución y la práctica que se da cuando una persona intenta encontrar un puesto de trabajo para poder sobrevivir. 

Ejemplos hay muchos: ¿Cómo hace un empresario para sostener en el empleo a una persona que se enferma luego de firmar el contrato y a quien el médico le da restricciones como aquella que no puede estar ni sentado ni parado mucho tiempo?, o ¿Cómo hace cuando le da trabajo a un padre o una madre cabeza de familia si en el momento de tener que retirarlo debe someterse a una tramitología burocrática de nunca acabar? 

La práctica nos ha enseñado a ser muy precavidos a la hora de contratar, porque si hacerlo es facilísimo, terminar un vínculo laboral es cada vez más engorroso para el empleador que al final termina siempre perdiendo, razón por la cual, debe investigar a fondo las condiciones del aspirante pues lo que se necesita es un trabajador y no una obligación irredimible, es decir, un matrimonio indisoluble. 

El mensaje que se le está dando a los emprendedores es: cuídense mucho, pues si el negocio no les resulta quedan ustedes engrampados con la media docena de personas que vinculó al mismo, porque la ley les ha creado unos fueros de tal magnitud que terminarán por acabarle su ánimo emprendedor.

*Abogado Laboralista.

EDUARDO PILONIETA

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