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El equipo del programa de Caracol Televesión, Séptima Día; tuvo en exclusiva una entrevista con los padres de una joven, quien tras tener una discusión con su mamá porque le había decomisado su teléfono, decidió ingerir un veneno, causando así su propia muerte.
El caso tuvo origen en Sahagún, es un municipio ubicado en el departamento de Córdoba. La historia se remonta hacia el 2020 cuando la pandemia por el Covid-19 empezó a consolidarse fuertemente en todo el territorio nacional. La familia en la que la creció Dayana es de escasos recursos, por lo que, fue esta época una de las más difíciles que han tenido que atravesar por cuestiones económicas.
Sin embargo, antes de que el mortal virus llegara a estas tierras colombianas, el padre de la joven ahorró para comprarle un teléfono celular que ella deseaba mucho tener. El día tan anhelado llegó y recibió el aparato y desde allí no quiso despegarse de él.
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Aunque los padres le recordaron que era un regalo que se merecía por su buen desempeño académico, debía mantenerse atenta a los estudios y no descuidar sus obligaciones. Lo que no sabían, era que acababan de cometer el peor error de sus vidas.
Pues, en medio del acuartelamiento, Dayana (como muchas otras personas) encontraron un refugio en las redes sociales, en TikTok o YouTube, no obstante, se acostumbró tanto a su dispositivo móvil que según cuentan sus allegados al programa, ella sacrificaba horas de sueño por estar usando el celular. "Ella lo metía debajo de la almohada y se hacía la dormida", contó Kelly, su mamá.
Así las cosas, la señora tomó cartas en el asunto y optó por vigilar su comportamiento antes de tomar una decisión "Ella mantenía chateando y chateando, nunca le vi juegos ni nada, solo la veía chatear". Ya preocupada, la mujer le pidió a la fuerza que le entregara el dispositivo bajo el argumento de que estaba cambiando sus hábitos de vida por culpa de su excesivo uso.
Aunque Dayana le rogó a su mamá que le devolviera el teléfono, esta se negó. Momentos más tarde, según recuerda Kelly, se fue para su habitación y horas después empezó a quejarse de fuertes dolores de estómago y a vomitar. Además, de que no quería recibir la cena y por el contrario, seguía vomitando.
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"Yo la veía rara, yo le creí que estaba enferma por una comida rápida que se había comido hace unos días y que le había caído mal", tras esto, se dispusieron a ver televisión, cuando volvió a tener una recaída. Dice Kelly que en esos instantes llegó a su casa un jovencito, amigo de Dayana, a informarle que su hija había ingerido la sustancia. Cuando ella se apresuró a ver a su hija quien en esos momentos estaba en el baño, la joven le confesó que sí había tomado veneno, "sí, yo me lo tomé cuando te pedí el celular y no me lo entregaste", le dijo la hoy fallecida a su progenitora.
Finalmente, aunque Dayana fue trasladada a un centro asistencial, allí falleció debido a las graves afecciones que causó el líquido tóxico.
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