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Sandra Milena Ramírez, quien se desempeñaba como docente en dicha ciudad partió de este mundo en medio de un hecho violento perpetrado presuntamente por su novio. La comunidad no sale del asombro y la consternación, pues era muy querida por los vecinos del barrio Belén. El crimen tuvo lugar en Malta- Europa.
Aquellos que compartieron vivencias con ella en las tierras cucuteñas la recuerdan como una gran persona entregada a su familia, a su profesión y a la religión, pues notaban en ella su devoción por el "servicio a Dios". Percibían en ella un gran sentimiento de humildad y cariño con los demás, demostrando su calidad de ser.
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Su personalidad, su manera de expresarse y su dedicación al servicio comunitario resonaron en aquellos que alguna vez compartieron camino con ella antes de que emprendiera su viaje para perseguir sus sueños en otro país.
En la iglesia donde Sandra compartió parte de su vida y alegrías, tres sacerdotes se unieron ayer para celebrar una eucaristía en su honor. Fue reconocida como una mujer entregada a la oración y dotada de un don "maravilloso" para predicar la palabra, según muchos de los presentes. Además: Don José Armando es el abuelito que fue asesinado con arma de fuego en el Tolima
"Siempre buscaba el bien común. Era una amiga, una servidora de Dios dispuesta a compartir y contagiar a los demás con su cariño", afirmó un conocido de la profesora cucuteña.
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