El accidente ocurrió el pasado 8 de enero, cuando la avioneta Cessna 402 de la compañía Pacífica de Aviación desapareció mientras volaba entre Juradó, en el departamento del Chocó, y Medellín, la capital de Antioquia. 

El siniestro dejó un saldo trágico de diez muertos, entre los que se incluyen tres menores de edad, y conmocionó a las familias de las víctimas que ahora enfrentan una dolorosa espera.

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El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, lamentó la fatal noticia en redes sociales, confirmando que no había sobrevivientes en la aeronave accidentada en el municipio de Urrao. El vuelo, que se perdió de contacto con el control aéreo el 8 de enero a las 17:30 horas, transportaba a los capitanes Santiago Montoya y Luis Guillermo Clavijo, junto a ocho pasajeros, entre ellos Yoarledis, quien viajaba con la intención de sorprender a su hija, Angie, en su cumpleaños.

La familia de Yoarledis, al enterarse de su trágico destino, se mostró profundamente afectada. "Ella venía para acá porque iba a pasar unos días con nosotros", relató Angie, su hija, quien lamentó no haber sabido del viaje anticipadamente. Yoarledis, quien se mudó a Juradó en los últimos años y se había casado allí, dejó cuatro hijos y un legado de solidaridad y apoyo a su comunidad. 

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Hasta ahora, las autoridades han logrado recuperar cinco de los diez cuerpos, mientras continúan con las labores de rescate en el área rural de Urrao, donde se avistaron los restos de la aeronave. La tragedia deja a las familias sumidas en el dolor, esperando poder despedir a sus seres queridos, mientras los equipos de rescate, compuestos por 150 personas de diferentes instituciones, continúan con las labores en el terreno.

La tragedia también destaca la difícil situación que atraviesan las familias, que esperan poder identificar y repatriar los restos de los demás ocupantes. "Jamás en mi vida esperaba una cosa de esas", expresó Farides Berrío, madre de Yoarledis, entre lágrimas.