“Creemos que este parque se puede recuperar y volver a ser familiar. (…) Tomamos la iniciativa al ver la delincuencia, la drogadicción y al saber que es un parque que ha sido emblema de la ciudad y ha estado un poco descuidado. Queremos incentivar y sembrar conciencia en cada ciudadano ibaguereño de que este territorio puede convertirse en un lugar de paz, tranquilidad, armonía y esparcimiento si le colocamos el amor que este necesita”, comentó Tito Correa, pastor asociado de la Iglesia.

La limpieza estuvo a cargo del grupo ‘Somos respuesta’ de Icap, con el que no solo han hecho labores de aseo sino también se han acercado a la comunidad para escuchar y aconsejar, y además para brindar un plato de comida, especialmente, a los habitantes de calle.

“Hay muchas inquietudes y deseos de parte de ellos y de la comunidad, de lugares que se han convertido en cuevas o cunas de drogadicción y creemos que si nos tomamos este parque lo podemos cambiar”, agregó Correa.

De esta manera, los miembros de Icap planean un 2022 en el parque en el que se desarrollen diferentes actividades que permitan de nuevo el acercamiento de la comunidad a este escenario y de paso, cambiar las vidas de quienes lo transitan.

La jornada también contó con apoyo de Bomberos de Ibagué.

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