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A pesar de que la Corporación Autónoma del Tolima, Cortolima, es la entidad destinada al rescate y protección de las especies de fauna silvestre en el departamento, Yurani hace seis años apoya de forma voluntaria esta labor.
En el momento que la Corporación no logra acudir a los sitios donde hace presencia la especie porque se encuentra en otras zonas, ella asiste esos casos.
Desde que tiene uso de razón se ha dedicado a cuidar y proteger los animales, ya que como ella lo indicó “amo los animales, en mi corazón eso es primordial, creo que como seres humanos le debemos tanto a la naturaleza que lo que yo hago es tan pequeño para todo lo que puedo aportarle a la naturaleza”.
Una casa con una habitación exclusiva para las especies visitantes, amor, algunos elementos de protección, áreas con asepsia y sus conocimientos en primeros auxilios es lo que ella le brinda a estas especies mientras la entidad llega con el personal especializado a brindar la atención médica como el direccionamiento que sea conveniente para la vida de la especie.
Su labor surgió al ver la necesidad de brindar protección a la fauna silvestre del departamento, pues muchas personas por desconocimiento de estas las atacan con machete, envenenan, y hasta atropellan.
Así que a pesar de los arañazos y mordidas a las que se puede ver expuesta cada vez que se le acerca a un animal que esta asustado o desorientado, Yurani se siente satisfecha al saber que hay una especie a salvo, una muerte que logró evitar.
Boa constrictora, iguanas, lechuzas, búhos, aves de distintas variedades, zarigüeyas, abejas, gusanos, y serpientes pequeñas son algunas de las tantas especies que han pasado por las manos de la protectora animal quien ha recorrido trochas, madruga y si le toca, trasnocha por protegerlas.
Además, cuenta con el apoyo de la policía y algunas fundaciones que la orientan a la hora de manipular una especie.
Debido a las experiencias que ha adquirido durante su trabajo social, ha ganado bastante conocimiento con respecto a los animales.
Aprovecha su carrera
Aunque pareciera que esta mujer protectora de la vida animal es bióloga o cuenta con una formación en las ciencias naturales, se esta formando en la Universidad del Tolima como abogada, una carrera que esta alejada de la vida animal, pero desde la cual ha podido recurrir a recursos como derechos de petición, querellas y tutelas en pro de los animales como del medio ambiente. Una iniciativa que solo mueve su pasión y sentido de conservación del ecosistema.
“Al principio fue difícil cambiar el pensamiento de amigos y familiares respecto algunas especies como las zarigüeyas, que común mente le llaman chuchas, y que como mecanismo de defensa su olor es feo, cosa que muchas personas no saben”, expresó Yurani.
Teniendo en cuenta sus experiencias, las zarigüeyas son los animales que más sufren por el desconocimiento de la ciudadanía, por ello, desde que hace este trabajo social usa cada situación para realizar pedagogía con su familia, vecinos y por medio de sus redes sociales.
Esta ultima no solo lleva un nombre de perfil que refleja el amor que le ha tenido a los animales desde su adolescencia, sino que también representa la generación de la cual hace parte ‘Gatikoz Chikituz’.
Es importante que la ciudadanía no tenga animales de fauna silvestre en sus casas, ya que no es el hábitat, y ante la presencia de una de ellas en lugares poco seguros es importante informar a Cortolima.
Yurani también se ha sumado a la protección de animales domésticos que frecuentemente se enfrentan al abandono, maltrato de sus propietarios o rechazo por tener alguna limitación física.
“Aprender de los animales es tan hermoso que no dudaría en ir a rescatarlos en cualquier momento”, puntualizó.
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