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Cristian Fernando Gutiérrez Hernández, es un administrador de negocios internacionales, especialista en Gerencia Estratégica y magíster en Negocios, al cual se le encomendó la tarea de dirigir las labores de Fenalco en el Tolima, entidad de mayor representatividad para empresarios y comerciantes.
Preguntas y respuestas
EL NUEVO DÍA: ¿En qué consiste el aporte de Fenalco desde su actividad gremial para la región?
Cristian Gutiérrez Hernández: El aporte significativo de Fenalco, se centra en la representación de los diferentes sectores económicos, algunos, un tanto más dinámicos que otros, lo cual depende directamente del tipo de negocio en el que se centre cada uno.
Durante este año, hemos tratado de concentrar los diferentes tipos de negocios que tengan posibilidades de crecer, que dentro de sus capacidades, les sea factible este crecimiento de manera rápida, rentable y sostenida. Pues no sirve mucho un gran esfuerzo empresarial, si en últimas no hay un retorno sobre la inversión.
E.N.D.: ¿Cuáles fueron las acciones más relevantes de Fenalco en Ibagué en el 2022?
C.G.H.: Nosotros nos hemos concentrado en tres cosas, primero, visibilizar a nivel nacional a las empresas del departamento agremiadas a Fenalco, esto porque no podemos perder ese mercado natural que tenemos de 12 millones en Bogotá y sus alrededores, los cuales representan aproximadamente el 32 % del PIB del país, pero no nos lo estamos ganando, entonces, es imperativo mostrar las empresas.
Lo segundo que hemos estado haciendo, es preparar a estas mismas empresas para que logren acceder a estos mercados, y lo tercero, implementar temas de caracterización e identificación, porque si yo sé quién soy, cuáles son mis ventajas, fortalezas y debilidades, puedo establecer acciones, pero si no me mido, difícilmente voy a poder tomar decisiones.
En estos puntos nos hemos centrado con mucha fuerza, además de fortalecer nuestra tarea natural, procurar la defensa de nuestros comerciantes y empresarios.
E.N.D.: ¿Cuáles son los sectores económicos que ostentan una mayor relevancia en el territorio?
C.G.H.: Tenemos un sector muy importante que se ha venido desarrollando fuerte, el turismo, del cual se derivan actividades económicas con un amplio potencial de crecimiento, como es el caso de la hotelería, restaurantes y bares.
No obstante, tenemos un sector del que no se habla mucho pero que representa una actividad comercial muy interesante, y son los negocios enfocados en el desarrollo y manejo de software, por lo que vale la pena resaltar que desde Ibagué se exporta este tipo de servicios.
Acá en la ciudad se hacen producciones para empresas de renombre mundial como National Geographic. Así, en ese sentido, seguiremos trabajando para identificar cuáles son esos sectores que poseen esa capacidad de crecimiento.
E.N.D.: ¿Cuál es el panorama general de la economía local?
C.G.H.: El departamento tiene unas posibilidades muy fuertes de crecimiento económico en temas de agricultura. El Tolima está ubicado en la mitad de Colombia, somos un cruce de caminos propicio para el comercio, obviamente hay unos municipios más dinámicos que otros, bien sea por las bondades de sus tierras o porque han sabido aprovechar más las oportunidades económicas.
El caso de Ibagué es completamente diferente al del departamento. Esta ciudad es extremadamente comercial, tanto así que las diferentes actividades del sector ascienden casi al 90 % de las empresas locales, pero estamos fallando en la medida de que no hemos logrado consolidar la industria y eso lo vemos reflejado hoy en los índices de desempleo.
E.N.D.: ¿Cuál sería el impacto de la industria en una región como la nuestra?
C.G.H.: La industria tiene la capacidad de hacer crecer las regiones y eso es algo que nosotros no hemos sabido explotar, hemos volcado nuestras fortalezas a otro tipo de servicios.
Estamos expectantes a que lleguen oportunidades de inversión en la ciudad, pero más afianzados a temas de desarrollo económico, porque algo que resulta muy notorio en ocasiones, es que dicha inversión se está destinando mucho hacia el tema de ferias enfocadas en la parte comercial, que es muy importante, sin embargo, hay que fortalecer las industrias, que tienen esa capacidad de ofertar además puestos de trabajo.
A veces pareciera que no se quisiera trabajar con la gran empresa, como si fuera una especie de pecado, y solo se apoyara a los pequeños empresarios, eso no está mal, pero creo que se les puede impulsar más en la medida de que se les ayude a encadenarse con los grandes empresarios, esos que ya recorrieron el camino.
E.N.D.: ¿Cómo ve el empresariado el panorama económico actual en el país?
C.G.H.: Una lectura general sugiere que por parte de muchos empresarios existe una cierta precaución relacionada con el cambio de las reglas de juego y eso es un gran factor determinante. Una de las principales características de los empresarios es esa capacidad de ser resilientes, por lo que una vez se dé claridad a las normas del juego, van a tener la posibilidad de decidir cómo proceder.
A veces es mejor decir ‘esperemos y seamos precavidos’.
E.N.D.: ¿Cómo ha sido el papel de las gobernanzas locales hacia el gremio empresarial y comercial?
C.G.H.: Nosotros, desde Fenalco, trabajamos tanto con la Alcaldía de Ibagué como con la Gobernación del Tolima, lo hacemos sin bandera, lo hacemos de manera conjunta, siempre y cuando se beneficie a los empresarios, no por un interés propio de la entidad, sino que hemos entendido que en la medida que tengamos empresas más sólidas, se tendrá mayor capacidad de crecer en el bienestar de las finanzas del departamento y la ciudad.
Por supuesto que quisiéramos que las administraciones hicieran más, no obstante, entendemos que los recursos son limitados. Entonces, ellos tratan de hacer lo que pueden con lo que tienen. Es ahí donde nosotros luchamos todo el tiempo por la formalidad empresarial, ya que es el formal el que paga impuestos, y mucho de este recaudo, se queda en el territorio y se puede usar para el beneficio colectivo.
E.N.D.: ¿Cuáles son los retos de la región para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo?
C.G.H.: Lo que se debe hacer en el territorio es definir un plan estratégico de ciudad, algo que nos ayude a proyectarnos en el tiempo, unos 15 o 20 años, para que una vez concretado, seamos capaces de pasar a la acción, que entendamos cuáles serán las apuestas que vamos a emprender en temas económicos, de infraestructura, sociales, entre otros.
Habría que realizar dicha definición de manera prospectiva, evitando que los gobernantes de turno modifiquen estos planes estratégicos de departamento y de ciudad.
E.N.D.: Este año se encontrará enmarcado en un panorama de contiendas políticas, ¿qué se espera de aquellos que lleguen a dirigir los destinos del territorio?
C.G.H.: Es importante que las personas que lleguen a gobernar se conecten empáticamente con los comerciantes y que tengan la capacidad de entender para dónde va la región. Llevamos más de una década con un índice de desempleo bastante alto, eso quiere decir que algo estamos haciendo mal, entonces, para poder cambiar esto, debemos empezar a planear diferente.
Pero este mensaje debe ser general para todos los que lleguen a destinar el territorio, esto incluye a concejales y diputados, y de igual manera, a las personas que lleguen a complementar los equipos de trabajo tanto de Gobernación como Alcaldía, se deben brindar estos espacios para personas que demuestren amplios conocimientos.
E.N.D.: ¿Qué aspectos se destacan de 2022 y qué se espera del 2023?
C.G.H.: Este año para Fenalco fue de mucha cercanía con los empresarios. Es necesaria la empatía, para desde un cargo de liderazgo, poder entender cuáles son los requerimientos del empresariado para saber cómo podemos trabajar, en qué aspectos debemos trabajar, y en ese ejercicio de estar en constante comunicación con ellos, nos dimos cuenta que el 2022 fue un año de muchas expectativas, muchas de ellas, condicionadas por temas políticos.
Ya en lo que concierne al 2023, lo que se pide es tener las reglas del juego más claras, eso brinda estabilidad. A partir de ahí, debemos pensar en cómo fortalecernos para que nuestros productos se encuentren en las góndolas de los diferentes almacenes de Bogotá, y de la misma manera, comenzar a explorar mercados internacionales, como Venezuela, donde creo que hay una gran oportunidad comercial.
Caso aeropuerto Perales
Fenalco ha liderado reuniones para atraer aerolíneas a la ciudad y lograr dinamizar la actividad del aeropuerto Perales. En su momento, Cristian Gutiérrez había liderado el ejercicio de solicitud de reevaluación a la Aerocivil del canon de arrendamiento de los locales para poder llevar empresarios de la ciudad a la terminal aérea.
El gremio proyectó a Ibagué como una ciudad atractiva por medio de incentivos para que las aerolíneas pudieran llegar, haciendo énfasis en que lo importante no es cuántos pasajeros saldrían de aquí, sino cuántos querrían llegar, algo que iría muy de la mano con el turismo en la región.
E.N.D.: En ese sentido, ¿qué análisis nos puede brindar con respecto a la situación actual del aeropuerto de Ibagué?
C.G.H.: Ibagué es una ciudad mediana en el centro de Colombia, perfectamente podría ser un ‘hub’ que puede crecer mucho comercialmente, pero necesitamos una mejor conectividad, nacional e internacional.
Ya lo otro, es que se supone que este aeropuerto tuvo una serie de mejoras planteadas por el Plan Aeroportuario Nacional, y si dentro de este plano no revisaron la adecuación de la pista y las tecnologías tipo ILS, queda una duda inmensa sobre qué fue lo que se hizo.
Yo creería que el ‘plan B’, si no se puede de ninguna manera la adecuación del Perales, es impulsar el aeropuerto de Flandes.
E.N.D.: ¿Qué afectaciones conlleva esa falta de conectividad para el territorio?
C.G.H.: Unas muy marcadas, porque hoy en día es muy difícil traer personas a la ciudad que quieran hacer negocios, ya que un acuerdo que podría llevarse a cabo en cuestión de horas, se está convirtiendo en un paseo de dos días, en el mejor de los casos, al no tener los instrumentos que permitan cierta certeza en los tiempos de aterrizaje y despegue.
Pero también afectaciones al turismo, porque los costos son muy altos, tanto así, que un vuelo de Bogotá a Ibagué cuesta casi lo mismo que de Bogotá a un destino internacional.
Necesitamos una muy buena oferta, y en ese punto estamos perdiendo. Nos encontramos en la mitad del país, pero prácticamente escondidos, nos quedamos en el cruce de caminos, somos un peaje muy bien ubicado pero tenemos la vara arriba, no cobramos, nos atraviesan turistas por todos lados pero no hemos podido definir cómo los vamos a hacer quedar acá.
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