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hace poco la Andi publicó un informe sobre el clima de inversión de los empresarios. Este bajó de 47,1 % en agosto de 2022 a 27,5 % en febrero de 2023. ¿Qué frena la inversión? ¿Les preocupa algo a las empresas?
Según el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, en este momento hay un ambiente complejo que está marcado por lo que sucede en los mercados internacionales y que impacta nuestra economía. También está la inflación, la caída de la demanda internacional e incluso la tensión comercial entre Estados Unidos y China. En general, indicó que lo que más les preocupa a los empresarios es la incertidumbre.
“He insistido muchas veces que Colombia tiene una cantidad de reformas pendientes por hacer y no nos hemos inventado la forma de ejecutarlas de forma consensuada y armónica. Hay cosas que se deben reformar, pero cuando se presentan estos cambios no conocidos, entonces se genera incertidumbre en el mundo empresarial”.
Preguntas y respuestas
¿Uno de estos cambios son los contratos de exploración y extracción de hidrocarburos?
Exacto. El tema de los contratos de exploración petrolera, de si habrá o no, fue un hecho que generó una conversación profunda y llena de temores… nadie puede dudar de que buena parte de la economía de Colombia depende de las divisas del petróleo y el gas natural. Y que si no las tuviéramos, tendríamos que buscar otra fuente o divisas adicionales para satisfacer nuestras propias necesidades. Estoy de acuerdo con que debe haber una transición energética, pero no existe ninguna razón para renunciar hoy en día de los hidrocarburos y minerales.
Y de la intención de importar gas natural de Venezuela…
Por qué pagarle a Venezuela o por qué gastarnos esas divisas en la importación de gas natural, cuando nosotros tenemos nuestras propias reservas. Es algo inexplicable. Entonces, este es el tipo de incertidumbre que se genera.
Hablando de reformas, ya el Gobierno presentó la primera de este año, la de la salud. La Andi hizo también su propuesta. ¿Al gremio qué le preocupa de este articulado?
La gran preocupación nuestra es el paciente. No tengo la menor duda de que cualquier cosa que se reforme en el sector salud debe tener en cuenta, lo más importante, la atención al paciente. Este debate no debería enredarse en lo ideológico y olvidarse del paciente. Cómo hace uno para garantizarle salud a 50 millones de colombianos, que se sientan suficientemente bien atendidos por el sistema. Debemos saber que tenemos un sistema supremamente sofisticado y, si se ejecutan cambios, deben ser cuidadosos porque, de lo contrario, desde el punto de vista operativo, podemos tener grandes problemas.
Si las modificaciones no funcionan perfectamente, podemos caer en problemas de prestación de servicio y de continuidad, o en el peor de los casos, en un apagón de la salud colombiana. De esta manera, nos preocupa que se tomen decisiones que conduzcan eventualmente a barreras de atención al paciente y de sus familias.
¿Qué espera el ciudadano de a pie?
Siempre se pueden hacer modificaciones, pero uno tiene que ser suficientemente cuidadoso en el detalle, es decir, para que cualquier cambio o transición sea exitoso debe ser el resultado de un ejercicio muy cuidadoso. Por ejemplo, nos parece absolutamente innecesario, incluso peligroso desde el punto de vista del ciudadano, que se le otorguen más funciones y recursos, con esta reforma, a las alcaldías y gobernaciones. Podrías ver que los pacientes dependan de las secretarías de salud para que les autoricen un procedimiento que necesita urgente. Sabemos que el ciudadano no quiere eso, el colombiano lo que quiere es tener un sistema cada vez más transparente, automático, simple y efectivo.
Otra reforma sobre la mesa es la laboral, de la cual hace parte la Andi, y ya se conoció el primer borrador. ¿Qué lectura tiene sobre este documento?
Primero hay que aclarar que ese borrador fue el que presentó el Gobierno en la mesa tripartita para su discusión. No es el borrador de toda la mesa, no incluye las propuestas, por ejemplo, de los empleadores… nosotros queremos producir, ojalá, una decisión de consenso en esa mesa que diseñada, constitucionalmente, para esa finalidad.
¿Tiene que ver con los cambios en pagos de dominicales, recargo nocturno y tipos de contratos, que sumarán más costos para las nóminas de los empleadores?
Esto hay que verlo desde el empleador y desde una perspectiva social. A uno nunca se le puede olvidar el análisis laboral de Colombia, donde más de la mitad de los trabajadores son informales. Tampoco se nos puede olvidar que tenemos un reto gigantesco para generar más empleo. En este momento deberíamos estar haciendo un gran esfuerzo para incentivar que más empresarios, sean pequeños o grandes, contraten a más gente con empleo formal. Pero el borrador de la reforma no parece ir en ese sentido.
Regresando al informe de clima de inversión, uno de los puntos críticos es el alza en las tasas de interés que encareció el crédito. ¿Será esta la razón del freno entre los empresarios?
Sacar un crédito para poder invertir le sale más caro al empresario, pero esa es la intención de la política monetaria, que está diseñada para desincentivar las compras por los hogares y la demanda por las empresas. Entonces está cumpliendo esa función con gran éxito. Pero los empresarios no tienen espacio infinito para poder asumir incrementos relativamente dramáticos. Uno no puede olvidar que en octubre del 2021 la tasa de interés de intervención del Banco de la República era 1,75 %, pero hoy en día está en el 12,75 %. Ha crecido al 600 % en menos de 14 meses. Todo aquel que tenga un crédito está pagando en este momento sobre todo intereses.
Hace poco sostuvo una reunión con el presidente Petro, ¿qué le dijo?
Le expresé un par de cosas. La primera, que los empresarios han estado históricamente comprometidos con generar productividad, empleos, productos y servicios… queremos seguir creando oportunidades. Segundo, para los empresarios es muy importante la estabilidad económica en términos de norma y regulación. Es crucial saber que Colombia es un destino que quiere contar con sus empresarios, por lo tanto, esperan oír que son bienvenidos. O que sus inversiones futuras son bienvenidas.
¿Cuál es el llamado al Gobierno?
De hecho, la actividad empresarial está definida por estar en medio de la incertidumbre, en donde la gente toma riesgos y decisiones. Pero es importante que las autoridades sean parte de la construcción de escenarios de confianza. Hay cosas que claramente no se pueden dominar o controlar, por ejemplo, si hay guerra o no en Ucrania. No sabemos cómo se comportará la tasa de cambio a nivel internacional, incluso los fenómenos naturales.
Pero lo que sí debe hacer como Gobierno es que las cosas que están en su ámbito de control sean lo más serenas y tranquilas posibles. Ese es el llamado, más que generar nuevos temores e incertidumbre, lo que se espera es certidumbre con confianza. Insisto, no debemos crear incertidumbres artificiales ni autoinfringidas o innecesarias.
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