En la actualidad, cada vez son más los empresarios que buscan, más allá de los réditos comerciales, lograr impactos positivos en términos sociales y medioambientales. 

En este sentido, a las compañías que asumen el compromiso de mejora continua de sus propósitos empresariales, posicionando a los temas socioambientales en el centro de sus modelos de negocio, se les conoce como Empresa B.

La ideología de este movimiento se basa en el compromiso institucional y legal, de que al momento de la realización de una toma de decisiones, sean consideradas las consecuencias sobre las comunidades y el medioambiente.  

Propuesta para el Tolima

Con el auspicio de la Asociación para el Desarrollo del Tolima, ADT ProTolima, en alianza con Cardinal y con el apoyo de Comfenalco Tolima, se llevó a cabo un evento en la mañana del 8 de septiembre, donde se trataron conceptos acerca de este movimiento.

En el foro, al que asistieron empresarios del departamento, la directora de programas Sistemas B Colombia, Patricia Salazar, expuso que esta tendencia de carácter global “está redefiniendo el sentido del éxito en los negocios”.

Bajo la premisa que ‘ganar dinero es necesario, pero no suficiente’, Sistema B se centra en brindar apoyo a las empresas, y otros actores económicos, en la construcción de ecosistemas favorables que utilizan la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.

“Tenemos una visión colectiva: Construir una economía inclusiva, equitativa y regenerativa”, señaló Salazar.

Ejemplos empresariales

Uno de los invitados al foro, fue el CEO de Arroz Blanquita, el empresario vallecaucano José Manuel Suso, quien compartió su experiencia personal con relación a la búsqueda de la certificación de su empresa, como Empresa B.

El empresario compartió que, desde que su abuelo le dio origen hace 88 años a la compañía que hoy dirige, “siempre tuvo el objetivo de ser buenos con la comunidad”, una idea que retomó su padre y se convirtió en una de los grandes legados familiares.

Este concepto, que trascendió generaciones, actualmente viene siendo desarrollado por la empresa con el involucramiento de acciones enfocadas al cuidado medioambiental.

Certificado Empresa B

Suso señaló que la idea de la certificación como Empresa B para Arroz Blanquita, llegó luego de certificar a la compañía como productora de arroz orgánico.

“En 2013, nos hicieron una invitación de Sistema B. Hicimos la papelería de los formatos de ellos, y nos dimos cuenta que íbamos a pertenecer a una comunidad, de la cual nos podemos sentir orgullosos”, sostuvo el arrocero.

El empresario resaltó la importancia de la evolución del modelo de negocios hacia este tipo de empresas, ya que además de representar valores de responsabilidad social y ambiental, se pueden sumar los beneficios económicos que se derivan de esto.

Y es que según cifras expuestas por Sistema B, el 60 % de los consumidores prefieren adquirir productos y servicios de marcas con estos propósitos.

Empresas agrícolas

A su vez, el empresario, haciendo alusión al primer renglón económico del Tolima, apuntó a la “obligación” que hoy tienen las empresas agrícolas por la preservación de los recursos naturales.

“El mundo se nos está acabando, lo hemos deteriorado. Tenemos un calentamiento global innegable, hay muchas discusiones sobre los motivos del desgaste del medioambiente, pero también podemos hacer una agricultura con menos insecticidas, menos quemas.  Debemos tratar cada día de recuperar la fertilidad del suelo, que ha estado muy degradada”, indicó Suso.

El CEO de la Empresa B, destacó que el Tolima sigue siendo uno de los departamentos productores de arroz más importantes del país, gracias a sus cosechas en el año, “ pero tanto el departamento, como la meseta de Ibagué, tienen hoy el desafío de cómo aprovechar el agua, que es un recurso que se está volviendo escaso”.

El empresario afirmó que la realidad del departamento es que “la población crece, crecen las viviendas y demandan más agua, lo que significa que el agua para los procesos agrícolas cada vez va a ser menor. Necesitamos tener unos suelos muy fértiles, que necesiten menos agua para poder sacarle el mayor provecho a cada gota”.

Sostenibilidad empresarial

Suso sostuvo que para el caso de Arroz Blanquita, al decidirse a realizar de forma diferente sus procesos empresariales, notó que la comunidad reconocía de mejor manera la marca y fue también también testigo de los beneficios económicos que esto conlleva.

Decide entonces inclinarse a motivar a otros empresarios a apuntar a este tipo de mejoras. “Hoy siento que hay muchas empresas que son ‘B’, que no se han evaluado, pero cuando se enfrentan a la evaluación de Sistema B, se dan cuenta que al responder las preguntas inspiradoras, están cumpliendo algunos requisitos que ayudan a subir su puntuación”. manifestó Suso.

El empresario reconoció que en muchos sentidos, las compañías tienen emprendimientos que, sin que sea su propósito principal, se configuran en acciones con impactos positivos para las sociedades.

Más noticias: 

Clústeres del Tolima se preparan para mercados internacionales

¡Ya se siente el aroma del Ibagué Café Festival!