La renombrada empresa finlandesa de telecomunicaciones Nokia ha tomado la decisión de recortar hasta 14.000 puestos de trabajo debido a la significativa desaceleración de su negocio en el ámbito de las infraestructuras móviles.

Esta medida drástica fue anunciada el jueves 19 de octubre, tras la preocupante caída de los beneficios experimentada en el tercer trimestre de este año.

El gigante de las telecomunicaciones, que anteriormente contaba con un equipo de 86.000 trabajadores, se verá reducido a un total de 72.000 empleados en un esfuerzo por ajustar sus costos operativos a la nueva realidad del mercado.

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La drástica decisión de recorte de personal se produce en un momento en que Nokia enfrenta un entorno altamente competitivo y desafiante, especialmente en la carrera por la implementación de las redes 5G, en la que compite con varios rivales.

Sus caídas significativas

La caída de las ventas de Nokia en el tercer trimestre, que alcanzó un preocupante 20%, fue un factor determinante en la toma de esta decisión. La compañía registró una impresionante disminución del 69% en sus beneficios durante el mismo período, reduciéndose a tan solo 133 millones de euros en comparación con el año anterior.

El proceso de despido de empleados se llevará a cabo de manera gradual, y se espera que se extienda desde finales de 2023 hasta finales de 2026. El objetivo principal de esta medida es reajustar la base de costos de Nokia para garantizar su rentabilidad futura en un mercado altamente competitivo y en constante evolución.

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Pekka Lundmark, presidente y consejero delegado de Nokia, expresó: "Vamos a reajustar nuestra base de costes para proteger la rentabilidad", subrayando la importancia de esta medida en el contexto empresarial actual, en el medio Business Insider.

En este esfuerzo por reducir costos y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado, la compañía espera lograr un ahorro de alrededor de 1.200 millones de euros para el año 2026, como se informó en Euronews.

Esta noticia representa un importante punto de inflexión en la historia de Nokia y sus esfuerzos por mantenerse competitiva en el cambiante sector de las telecomunicaciones, un recordatorio de la importancia de la adaptabilidad y la reestructuración en el mundo empresarial actual.