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El sonido de la máquina de coser crea su propia melodía. Une con fuerza los hilos de una tradición ancestral, para enseñarnos una manera muy particular de ganarse la vida.
El Tolima es un territorio multicultural y dueño de muchos atractivos; su gente, sus paisajes y sus diversos climas. Dentro de esta región, se encuentra la Capital Artesanal de Colombia, un lugar en donde la palma real se resignifica y muta su forma en nombre del arte. Siguiendo la ruta de la tierra del bunde y antes de llegar a la inmensidad de los campos arroceros, se vislumbra al suroriente, a tan solo 72 km de Ibagué, el Guamo.
En este territorio del Cacique Catufa y los Indios Lemayaes se elaboran artesanías que narran historias, relatos y mitos de un pueblo pujante. Sin duda alguna, la palma real es una materia prima con la que se tejen infinidad de elementos atractivos, que tienen su origen en la naturaleza misma. La “Attalea butyracea”, como se le conoce científicamente a esta planta, crece de manera silvestre y es considerada como un tipo de maleza, pero la población guamuna supo encontrar entre sus hojas, el inicio de un novedoso proyecto en el que, con un hábil tejido acompañado del ingenio, logran obtener piezas de arte únicas y auténticas. Innegablemente, la palma real se muestra como una especie bastante promisoria y de gran importancia para la comunidad del Guamo.
El trabajo de dicha herramienta natural inicia con el corte, seguido de la recolección, la selección y finalmente, la limpieza de la hoja de la palma. Si se desea, la hoja puede tener otro proceso, que está basado en un acabado distinto y moderno; coloración con tintes (anilina) y tejidos particulares de la palma, para conseguir piezas artísticas exclusivas que pueden ser comercializadas para la decoración de las distintas partes del hogar y que además de esto, atraen y deslumbran a los turistas que visitan la región.
Aunque esta planta goza de una vital relevancia en este sector, no posee terrenos específicos para su siembra, se da en cualquier parte, y tal vez es por esta razón, que su tala es una constante en el municipio. Sin embargo, la industria arrocera y la ganadería, actividades de alta demanda en el Tolima, han abarrotado gran parte del área del Guamo, y por ello, la palma real tiene poco espacio para su germinación. Resulta bastante paradójico pensar que aquel instrumento tan representativo para la región no se obtenga de forma principal en este lugar, sino en Ortega y Olaya Herrera, dos pueblos ubicados más al sur, que se revelan como la alternativa más cercana para que la tradición artesanal continúe. De estos territorios, se obtiene la mayoría de hojas de palma real que posteriormente se convertirán en individuales, abanicos, trajes, sombreros y muchas más creaciones.
En esta región cálida y acogedora, inmersa en la historia de un viejo Tolima, la mujer es parte fundamental de su desarrollo; ellas internan un sinnúmero de virtudes y valores, que las hacen atractivas y especiales. Y son precisamente las manos delicadas pero firmes de la mujer guamuna las que le han dado el rótulo de Capital Artesanal a este municipio.
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Artesanas destacadas
Dora María Candia es una de las artesanas más reconocidas del Guamo, ha ayudado a difundir las creaciones con palma real en distintos eventos, pero el más recordado e importante ha sido, sin duda alguna, el Concurso Nacional de la Belleza. En el año 2004, en la coronación de la nueva reina de Colombia, su nombre retumbó en el Centro de Convenciones de Cartagena cuando la anunciaron como la diseñadora de las faldas ‘Yo me llamo cumbia’, que lucieron las 21 candidatas en una de sus presentaciones y que tenían forma de sombreros vueltiaos. “Sentí una alegría infinita aquel 15 de noviembre, pero sobre todo orgullo. No solo por mí, sino también por todos mis compañeros artesanos del barrio El Carmen, porque soy consciente de que fue un triunfo colectivo, yo representé a toda la comunidad que realiza artesanías de palma real”. Dora lleva más de 60 años dedicada a la fabricación de objetos artesanales, un oficio que aprendió de su madre y esta a su vez de la suya. Candia asegura que sus abuelos fueron los primeros artesanos de la palma real en el municipio y que aquella tradición familiar y el amor hacia las artesanías, le han permitido obtener esa experiencia en el manejo de la palma real para distinguirse como una experta y, tal vez, como la mejor artesana de este producto.
Estas afirmaciones se notan claras y muy ciertas, basta con escribir su nombre en uno de los buscadores de internet y se podrán encontrar diversos artículos, entrevistas y otros productos periodísticos que dan fe de sus palabras. Sus creaciones han trascendido las barreras fronterizas, no solo a nivel municipal y departamental, sino también, nacional e internacional. “En la Copa Mundial de Fútbol del año pasado que se realizó en Rusia yo mandé un traje que llevó una chaparraluna, ella lo lució allá y eso ha tenido un reconocimiento inmenso por la belleza del vestido, fue diseñado con los colores de la bandera colombiana y hecho todo en palma real”. No hay duda de que su nombre se ligará de forma permanente con las representativas artesanías de palma real del Guamo, pues al hablar de estas, no se podrá omitir el nombre de Dora María Candia.
Ella, como la mayoría de los artesanos, se dedica a esta labor de manera independiente. Esa autonomía les permite libertad en horarios de trabajo y en la distribución y comercialización de sus productos. Pero en ocasiones esta libertad laboral va de la mano con la inestabilidad económica. A la ya complicada actividad de las artesanías se le suman otros inconvenientes, como las ineludibles épocas de las vacas flacas y el equivocado pensamiento colectivo de que las artesanías deben ser baratas, desconociendo el trabajo que existe detrás de cada una de estas. Por esta razón, hace 10 años se creó Asopalguamo, una asociación que reúne a los artesanos de la palma real en la búsqueda de ayudas y beneficios relacionados con la confección y elaboración de artesanías. “La idea de organizar esta agrupación surgió tras la necesidad de congregar a los artesanos y ver que todo en agrupaciones y asociaciones se consigue mucho más fácil, uno de nuestros objetivos es dividir el trabajo entre los miembros de manera equitativa” afirmó la representante legal del colectivo, Sol Ángel Briñez, artesana por vocación y también por tradición.
Asopalguamo, Asociación de Artesanos de la Palma Real del municipio del Guamo, se ha mostrado como una solución para aquellos artesanos que realizan su actividad artística sin la ayuda de equipos modernos, no se debe desconocer que estos artículos vanguardistas permiten una elaboración más ágil de las piezas artesanales. Por esto, la asociación ha apoyado a varias familias con la obtención de máquinas de coser y también ha implementado talleres que les permite a los artesanos aprender nuevas técnicas en la fabricación de artesanías de palma real.
La elaboración de dichas artesanías se da en diversos lugares del municipio, pero sus habitantes coinciden en que el barrio El Carmen, es el lugar donde esta actividad ancestral tuvo su origen. En este representativo barrio, se encuentran familias enteras dedicadas a la producción de las artesanías y a la mayoría de los procesos que esta requiere, con excepción de la recolección de los cogollos de la palma real. En este espacio, es común observar en los andenes de las casas, las hileras de hojas secándose a merced del inclemente sol guamuno y a personas que convierten las ya delgadas tiras de hojas, en tiras aún más estrechas que permiten una manipulación más sencilla de las mismas. En definitiva, en este barrio se pueden localizar no solo a los artesanos del producto final, sino también a aquellos que realizan labores menos técnicas.
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Un modo de sustento
En el Guamo existe una gran cantidad de familias que viven y se lucran de la actividad artesanal. Una de ellas es la familia Briñez Quintero, que tiene una larga tradición en la artesanía de palma real y de la cual una de sus integrantes lidera las actividades enmarcadas por Asopalguamo. En esta asociación están vinculadas 25 familias, que se reparten de manera igualitaria el trabajo que llega a las puertas de la corporación, “la idea es que el trabajo que llegue se reparta entre todos, que todos podamos trabajar y así formar el sustento de nuestras familias” manifestó Sol Ángel Briñez.
La familia Briñez Quintero tuvo la iniciativa de conformar esta asociación, que tiene como principal propósito exaltar las creaciones de sus integrantes y con eso, a su vez, efectuar la promoción de las artesanías de palma real, dentro de su municipio y a lo largo y ancho del territorio departamental y nacional. Como agrupación establecida de artesanos participan en diversos encuentros exponiendo sus creaciones, “nosotros vamos a donde nos inviten” menciona Sol Ángel dibujando una sonrisa en su rostro. Y es precisamente, a raíz de estos eventos que surge la idea de realizar una festividad que tuviera características similares a las hechas en otros territorios, una celebración que fuera del municipio y enalteciera la artesanía lugareña. Así nace el Festival de la Palma Real, que se desarrolla anualmente en el mes de marzo, en donde se exhiben las artesanías de este material y en el que, además, se permite la intervención de artesanos foráneos que exponen sus productos a la población guamuna y a los turistas. “Decidimos apostarle a la diversidad, para lograr un acercamiento más sólido con la comunidad y potenciar una mejor economía de nuestras artesanías” señaló Sol Ángel.
Casi todos los artesanos coinciden en que la mejor época para incrementar sus ingresos se da en las fechas cercanas a las festividades de San Juan y San Pedro, es decir, desde mayo hasta julio. Son, justamente, las fiestas de mitad de año las que le dan ese toque especial al clima colectivo e impulsan las ventas de sus creaciones. Sin embargo, advierten que la implementación del Festival de la Palma Real les ha ayudado a que el periodo fuerte de sus ventas se dé en la temporada que comprende los meses de marzo, abril, mayo, junio y parte de julio.
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Participación en el Día del Sombrero
Por su parte, la Gobernación del Tolima durante estos últimos años ha tratado de incorporar las tradiciones de las diversas poblaciones del departamento en el marco del Festival Folclórico Colombiano realizado en Ibagué. Para las artesanías fabricadas en palma real el día asignado por la administración local es el 23 de junio, denominado como el “Día del Sombrero”. En este evento, los artesanos aprovechan el espacio para la exhibición de sus productos y la consecución de contratos que les brinden la posibilidad de ampliar sus ganancias dentro de esta actividad económica. Indiscutiblemente, estos nuevos espacios les permiten dar a conocer sus creaciones y mostrarlas, no solo como artesanías, sino como piezas que pueden tener un espacio dentro de zonas industriales.
Asimismo, los productos fabricados en palma real tienen una conexión permanente con el campo, pues una gran parte de sus consumidores son personas dedicadas al agro. Las grandes extensiones de tierra que posee el Tolima y los recios climas que le invaden, permiten la vida de aquellas fabricaciones que se tejen en el barrio El Carmen. Las artesanías del Guamo tienen y seguirán teniendo trascendencia dentro del departamento y para aquellas épocas en las que las fiestas no podrán permitirles las ganancias deseadas a los artesanos, siempre habrá un producto tan propio del municipio que les ayudará a sobrellevar tanto las duras temporadas como el sofocante clima del centro del Tolima, su producto más autóctono, el sombrero hecho con palma real. El sombrero guamuno.
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