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La riqueza arquitectónica y la presencia de diversos símbolos masónicos, templarios y religiosos hacen de este camposanto un sitio único en Colombia.
Un recorrido por la historia y el simbolismo
Durante un recorrido por el cementerio, se pueden identificar elementos característicos de la masonería, como el triángulo equilátero, que representa el equilibrio entre la vida, la naturaleza y el individuo. También es posible encontrar estrellas de ocho puntas, cruces de distintos estilos y referencias a antiguas tradiciones esotéricas.
Entre los personajes destacados sepultados en este lugar está Don Gregorio Castrellón, quien donó el reloj de la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, en funcionamiento desde inicios del siglo XX. También se encuentra la tumba de Bernardo Navarro Borges, responsable de la construcción del primer puente metálico en Suramérica sobre el río Magdalena.
Masonería y tradiciones funerarias
Las tumbas reflejan distintos grados de vinculación con la masonería. Por ejemplo, la tumba de Bernardo Navarro Borges tiene una base de piedra bruta, indicando su posible iniciación en la orden. En contraste, otras tumbas muestran bases completamente talladas, señal de que el difunto alcanzó el grado de maestro masón. Además, elementos como la flor de lis, la llama flamígera y las cruces góticas refuerzan la presencia de este legado en el cementerio.
Tumbas de personajes ilustres y cruces con significado especial
Entre las tumbas más llamativas está la de Carmen Bríñez, una figura popular de Honda, cuya sepultura lamentablemente está en mal estado. En este camposanto también reposan personalidades vinculadas con la Guerra de los Mil Días, como el general Ramón Marín, quien tomó Honda sin disparar una sola bala.
Las cruces también cuentan sus propias historias. La cruz del árbol de la vida, inspirada en la tradición cristiana sobre la crucifixión de Jesús, está presente tanto en tumbas como en la capilla del cementerio. Asimismo, la cruz papal o pontificia simboliza la autoridad del sumo pontífice en el cielo, la tierra y la iglesia. Otras cruces emblemáticas incluyen la cruz chacana, ligada a las culturas andinas, y la cruz de Lorena, utilizada por Santa Juana de Arco.
En 1925 falleció en La Ciudad de los Puentes, Norberto Melo, nieto del general y expresidente de Colombia, José María Melo. “Llama la atención de esta tumba la cruz. Es una cruz pomentada que algunos obispos usan en sus báculos y semejan la mitad o el corazón de una manzana pero también representan los cuatro puntos cardinales”, expresó Yilmar Javier Amaya, coordinador de los vigías del patrimonio cultural de Honda y guía a nivel latinoaméricano. Forma parte de la red CONFÍA, red de vigías del patrimonio para América Latina y el Caribe.
Un ángel de mármol y la presencia templaria
Uno de los monumentos más enigmáticos del cementerio es un ángel de mármol de Carrara (Foto de la portada), traído desde Italia en el siglo XIX y perteneciente a la familia sirio-libanesa Estefan Baruque. Este tipo de escultura es inusual en Colombia, lo que lo convierte en una atracción especial.
Otro punto de interés es una tumba que, según expertos y visitantes europeos, tiene una marcada influencia templaria. En ella se encuentra la cruz paté o templaria, la flor de lis y el símbolo del Santo Grial, asociado con María Magdalena.
El cementerio laico y su legado internacional
El cementerio también alberga el sector laico, donde descansan personas que no profesaban la religión católica. Entre ellas está John Ivor Jones, fundador de la Casa Inglesa que distribuye en Colombia la marca de camiones Kenworth. Además, hay tumbas de ciudadanos alemanes, franceses e ingleses, entre los que se encuentra Clover Druit, un ingeniero que falleció en circunstancias desconocidas, posiblemente por insolación o intoxicación alimentaria.
Un patrimonio en recuperación
El Cementerio Católico y Laico de Honda es un testimonio de la diversidad cultural e histórica de la ciudad. Gracias al trabajo de los vigías del patrimonio cultural, se ha avanzado en la recuperación de su historia y significado. Este grupo, único en América Latina y el Caribe, trabaja directamente en la preservación de cementerios como parte fundamental del patrimonio histórico de la región.
Dato curioso: Uno de los elementos más llamativos de Honda es el cañón que reposa en las afueras del Museo del Río Magdalena. A pesar de la creencia popular de que este cañón defendió heroicamente la ciudad, la realidad es distinta. Fue traído por el capitán barranquillero Enrique Carlos Parias Oliver, quien también reposa en este cementerio. En su propiedad, había un cañón enterrado hasta la mitad y pintado de verde, una práctica común tras la Guerra de los Mil Días. El capitán, al notar que nadie reconocía su casa como "la de la esquina del Cañón Verde", decidió desenterrarlo y venderlo como chatarra.
Sin embargo, el alcalde de la época se lo compró, y desde entonces el cañón pasó por varias ubicaciones, hasta que en el año 2000 fue solicitado por la Corporación Museo del Río Magdalena, donde permanece hasta hoy.
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