¿Cómo manejar la tusa en el lugar de trabajo?

Para nadie es fácil atravesar una pena de amor con cantidad de res­ponsabilidades. ­Incluso controlar las lágrimas, sonreír a todo el mundo y cumplir con horarios, a pesar de su deseo de no hacer nada, suele ser bastante­ agotador. Pero ­recuerde que no es la primera ­persona que va a trabajar con un dolor fuerte
en el alma.

¿A quién no le ha tocado levantarse temprano, dirigirse al trabajo y cumplir con cantidad de tareas, a pesar del dolor que lleve en el alma? A todos.

Por eso usted no puede escudarse en que está triste, que le invade la tusa, y que eso es suficiente para descuidar su trabajo, incapacitarse, o incluso renunciar al trabajo porque siente que no puede con ese peso.

Recuerde que la mayoría de personas ha salido victoriosa y usted no puede ser la excepción.

Es claro que no será fácil al comienzo, pues es normal que tras una ruptura o divorcio usted se sienta sin ganas de mover un dedo. También le avergüenza llegar al trabajo con los ojos hinchados; sabemos que no ha podido dormir, que más de una noche es de desvelo y que al día siguiente ni quiera escuchar el despertador.

También está irritable o destruido como para aguantar el trancón, el grito del jefe o cosas de su vida cotidiana como para sonreír a todos, sobre todo si trabaja en atención al público.

Y qué decir de las lágrimas que se escapan cada vez que se acuerda de los momentos que generaron esa ruptura.

Pero tenga en cuenta que no puede hacer de su vida todo un problema; si emocionalmente las cosas no marchan bien, los asuntos profesionales deben marchar de maravilla. Seguro no querrá un problema ­doble.

Así que obtenga aquí las pautas para que no se desanime, ni crea que no va a poder. Es probable que su compañera de trabajo o su propio jefe estén atravesando por las mismas circunstancias, pero, aún así, usted ni lo nota porque han entendido que no pueden mezclar los asuntos y que requieren de estabilidad en otros campos de su vida.



Preguntas y respuestas
Claudia Astrid Becerra Pedraza
Psicoterapeuta y psicóloga Universidad Nacional de Colombia
¿Cómo hacer para que no se pierda concentración, rendimiento, ánimo, disposición en el trabajo, si se está pasando por una separación, una ruptura de un noviazgo o divorcio? Para tratar de seguir “funcionando” y cumplir los objetivos laborales, debemos darnos espacios suficien­tes para “abrazar la tristeza” y, así, elaborar la pérdida sufrida, pero obviamente debemos hacerlo en tiempo fuera del trabajo, a fin de ir descargando la tristeza de forma paulatina. Es acto de autoestima atender oportunamente nuestras necesidades emocionales.


¿Se le debe contar al jefe directo por lo que se está atravesando, o es buena la prudencia? Si además de ser nuestro jefe, es una persona asequible, podemos comentarlo, sin que por eso pretendamos ser eximidos de responsabilidades. Sin embargo, en muchas organizaciones los jefes sólo saben ser eso, y probablemente podrían interpretar nuestro estado emocional como flojera para enfrentar la vida. El dolor es algo íntimo, que debemos compartir con aquellos para quienes realmente  importe lo que sentimos.


¿Qué hacer en esos días que no se quiere levan­tar la persona de la cama para ir a trabajar? ¿Cómo manejar esos momentos? No querer levantarse para ir al trabajo es un signo de un estado depresivo reactivo, que podríamos pasar mejor si tenemos apoyo afectivo y, de ser necesario, apoyo profesional. En mi práctica profesional, a mis pacientes con duelo emocional, además de hacer lo que los psicólogos llamamos: psicoterapia de atención en crisis, agrego una fórmula de esencias florales (Flores de Bach) que permiten la disminución significativa de los síntomas, pues hacen más rápido y tolerable el proceso de duelo por pérdida afectiva.


¿Qué hacer ante las lágrimas, si aparecen en el lugar de trabajo? Buscar ir a la cafetería,­ al baño, llorar y respirar profundo, nos demanda como mucho cinco minutos y nos alivia bastante, no importa que nos vean con los “ojos hinchados”; el llanto es un mecanismo saludable para liberar o descargar el dolor emocional.



¡Ayuda!
Hay momentos en la vida en que se requiere del acompañamiento de un profesional. Una psicoterapia, una charla con un amigo, con un consejero o con un terapeuta es clave, si siente que no está pudiendo sola.

La psicóloga Yolanda Hernández expresa que las señales claras para buscar ayuda son cuando la persona cree que la depresión persiste, cuando siente que todo el mundo le está dando la espalda, cuando se siente absolutamente solo y/o cuando cree que no puede contar con nadie.


Si considera que no hay solución y que su vida sin su pareja no tiene sentido, es importante la ayuda terapéutica cuanto antes.
Otra de las señales claras para buscar ayuda, según explicó la psicóloga Claudia Astrid Becerra, es que el duelo dure más de tres meses en su fase aguda, o si se está afectando su funcionamiento diario desde lo laboral, social o familiar.
“Cuando rompemos con alguien en realidad sentimos que “nos vamos a morir”, pero los adultos sabemos -efectivamente- que de amor nadie se muere”, concluyó la profesional Becerra.



Ejercicios para no perder la concentración
La actividad laboral en sí misma puede constituir un proceso terapéutico para poner la mente a pensar en algo diferente a lo que le está ocurriendo emocionalmente.
1. No se quede en la “pensadera”: Una estrategia que funciona de forma excelente es proponerse pensar en eso que nos pasó y para ello poner diariamente una hora. Ejemplo, las 7:30 a.m. será mi hora de ponerme a pensar en lo que me pasó y me doy media hora de permiso para hacer sólo eso.
2. Cambio de actitud: Piense que tiene un compromiso consigo mismo (a) y que debe continuar con su maravillosa vida, encontrando posibles soluciones.
3. Recuerde que “cada dificultad es una oportunidad”: considere las cosas de manera objetiva, con propósitos para cumplir todas las metas.
4. Cumpla metas: Organice el tiempo y acepte la realidad como un hecho positivo, como el inicio de un cambio, para bien.
5. No pierda el horizonte, pese a las circunstancias; tenga presente cuáles son sus metas y lo que necesita para lograrlo. Eso le ayudará a tomar consciencia de su nuevo proyecto de vida.

Preguntas y respuestas
Yolanda Hernández
Psicóloga social
¿Cómo hacer para que no se pierda concentración, rendimiento, ánimo, disposición en el trabajo, si se está pasando por una separación, una ruptura de un noviazgo o peleas en el matrimonio?
Cuando se vive una decepción amorosa, ya sea en la etapa de noviazgo o en el matrimonio, es normal que la persona se sienta decaída, triste, deprimida y sin ánimo para realizar ta­reas cotidianas. Como se dice en el argot popular, “está bajada de nota o tiene tusa”. Es importante reco­nocer una realidad, ocurrió una ruptura sentimental y por alguna razón pasó; lo impor­tante es tener la valía de nuestro “ser” para entender que pese a las circunstancias adversas a nuestros deseos, la vida continúa y como seres humanos somos “maravillosos, únicos y con grades facultades”, por lo tanto somos merecedores de amor y respeto, por ello no debemos mendigar cariño. Una relación de pareja exige reci­procidad, es decir amor en doble vía; si esto no sucede, no es bueno continuar.
En esencia, la actitud es de valentía, de amor propio, de seguir adelante y de tener buena disposición, para amarse tanto y  no permitir que otra persona o situación afecte ne­gativamente nuestra vida.


¿Se le debe contar al jefe directo por lo que se está atravesando, o es buena la prudencia?
Todo depende del grado de confianza que se tenga; es bueno­ expresar los sentimientos y emociones a aquella amiga (o) a la cual se le puede confiar nuestros sentires. La intención al des­ahogarse es recibir un consejo, una orienta­ción o mínimamen­te sentirse acompañado, por alguien que la puede entender. De ahí que el grado de confianza es importante determinarlo  antes de contar las tristezas que desubican al ser humano.


¿Qué hacer en esos días que no se quiere levantar la persona de la cama para ir a trabajar? ¿Cómo manejar esos momentos?
Es importante que las personas aprendan a “autoevaluar­se”. Es preguntarse ¿cuál es realmente el sentido de su vida? ¿su vida depende de la relación de pareja? ¿trabajo porque tengo alguien que me quiera? ¿tengo que mendigar amor para sentirme querido (a)?

Todo radica en el “amor propio”. Si la persona se valora y se quiere, podrá aflorar esa fuerza interior que posee el ser humano para continuar con la vida, con optimismo, con alegría, amándose primero él como persona y amando lo que hace. Sólo de esta forma podrá aprender a descubrir el verdadero significado de la vida. “En la medida en que se conozca y se quiera, podrá avanzar para no implorar amor”


¿Qué hacer ante las lágrimas, si aparecen en el lugar de trabajo?
Es inevitable. Si tiene deseos de llorar, hágalo, pero ojalá­ sea en el baño, en un lugar donde las demás personas no nos vean. Quien debe expresar lo que siente es la persona, después de llorar, recapacitar y pensar “¿Vale llorar y sentirse mal por lo que ha pasado? ¿debo seguir con la misma actitud?  
Debemos procurar darnos un descanso, descansar la mente,  escuchar música de relajación y buscar espacios para pensar con tranquilidad hasta volver a la calma. “Después del caos tiende la normalidad”.

Credito
PAOLA BERNAL LEÓN

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