Seres de carne y hueso que buscan el futuro musical del país

Aunque Jose, Juan Carlos y Marbelle son conscientes de que sólo uno de los participantes será el ganador y que estar en el programa es la oportunidad que ellos estaban esperando para empezar un camino en el mundo musical, saben que la vida está hecha de sí y no, algo que estos talentosos niños tendrán que aprender, pues en muchas ocasiones un “no”, es el inicio de un nuevo peldaño en sus carreras.

En este ‘Factor X’ no hay estrategias, los jurados saben que todos los participantes tienen su mérito, pues haber sido elegidos entre más de 22.000 aspirantes que se presentaron a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, ya es un logro por sí solo, ahora depende del público y de los avances musicales que los pequeños logren de la mano de sus mentores y equipos de trabajo.

¿Es más difícil hacer ‘el factor x’ de niños que de adultos?   
Juan Carlos Coronel: Evidentemente sí. Este es un programa concebido totalmente para niños con todo el cuidado, la delicadeza y la objetividad para poder interactuar con ellos. Se necesita usar un lenguaje especial y una forma de enseñar y de decir las cosas única.  Con ellos la actitud es otra, completamente de ternura y muy constructiva, debemos tener la capacidad para compartir toda clase de emociones, ellos pueden pasar de la euforia al llanto repentinamente.

¿Qué es lo mejor y lo no tan bueno de hacer parte de un programa de este tipo?
Marbelle: Lo mejor, tener la oportunidad de conocer a estos niños, que ellos se encariñen con uno, de conocer a sus familias y sus historias de vida. De una u otra manera hemos contribuido con la vida de muchas familias, de muchos talentos nuevos que están tratando de incursionar y de hacer una carrera en la música, entonces lo más rico es poder direccionar hacia dónde deben ir las nuevas generaciones de artistas. Lo menos agradable es que hay un sólo ganador, yo quisiera que ‘El Factor Xs’ fuera un programa donde todos los fines de semana se presentara talento nuevo, pues realmente tenemos material con qué hacerlo. Definitivamente hay muchísima gente esperando la oportunidad y este reality es eso, la oportunidad que muchos están esperando.

 Es muy difícil decir no y más a un niño, pero ¿También es difícil decir sí? ¿En qué sentido?
Jose Gaviria: Es difícil manejar las emociones de un niño frente a una negativa, pero es parte de la vida y así lo hacemos ver. En la música hay un camino largo, lleno de afirmaciones y negaciones. Decir ‘no’, no tiene nada de malo, sólo es el comienzo del reto.


¿Qué tanto llegan ustedes a involucrarse emocionalmente con los participantes?
JG: Lo normal, somos humanos y siempre habrá participantes con los que uno entabla una conexión especial. Pero estamos felices con todos, porque gracias a ellos, es que se siente esa energía increíble en el programa.
JCC: Es imposible no involucrarse afectiva y emocionalmente con ellos, uno a veces sufre las frustraciones de ellos, la ansiedad,  las angustias y el estrés que les produce estar tanto en las audiciones como en las galas. Así mismo, también se disfruta de sus alegrías y satisfacciones. Se pasa del papel de jurado y al de labor de padres.
M: Muchísimo, tanto así, que sólo en las galas de nominación la tensión que se vive es muy fuerte. Uno quisiera tener el poder, las herramientas y la infraestructura para coger a todos estos niños que van saliendo y ayudarlos a sacar su disco y darles pautas de lo que deben hacer.

Credito
AGENCIA RCN

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