Lo que es más interesante y curioso de este caso no es simplemente que una fundación dedicada a la educación virtual reciba donaciones tan generosas, lo que de entrada es un reconocimiento a su calidad, sino que parte de ese dinero esté condicionado a la construcción de una planta fÃsica, lo cual hace ver como que el camino se recorre en el sentido contrario de lo que indica la tendencia de este siglo, que es la de trasladarse de la existencia real a la virtual.
Es el dilema que parecen estar afrontando, por ejemplo, los medios noticiosos impresos por los que muy pocas personas apuestan si no es en su desarrollo virtual, aunque hay casos en todo el mundo, incluso en Colombia, en los que simplemente se da un replanteamiento del negocio que resulta en un boom de los medios en tinta y papel.
MetodologÃa múltiple
Algo similar podrÃa entonces deducirse en el campo de la educación, con el ejemplo de Khan Academy y su próxima sede fÃsica. No se trata, claro está, de que se ‘descuelgue’ de la red para radicarse en el formato intramural de la educación actual, sino de compartir, conciliar y combinar las metodologÃas de una y otra experiencia educativa.
Khan Academy tiene amplio y exitoso recorrido en la producción de material educativo en video que monta en youtube y que tratan particularmente temas de matemáticas, historia, finanzas, fÃsica, quÃmica, biologÃa, astronomÃa y economÃa. Debido a esto, el dinero de la Fundación O’Sullivan en lo que tiene que ver con internet puede llevar el material y los contenidos de Khan Academy a consolidar una nueva versión de la mundialmente consultada Wikipedia.
A esto se sumará entonces el contenido de la interacción humana con la sede fÃsica que se construirá y los campamentos de verano, lo que se insinúa al menos como una audaz propuesta hacia un nuevo modelo educativo que combine realidad y virtualidad que sólo podrá comprobarse una vez todo esto se ponga en práctica.
La semana pasada la popular y virtual Academia Khan, o Khan Academy por su nombre en inglés, recibió una jugosa donación de cinco millones de dólares de parte de la Fundación O’Sullivan, con la condición de que sea utilizado, entre otras cosas, en la construcción de una sede ‘de ladrillo y concreto’, comenzando con un programa de campamento de verano.
Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ
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