Imagínese estar viendo la televisión junto a su esposa embarazada y de repente por un episodio triste ella ‘rompe’ en llanto. O tal vez olvidó pagar los recibos de teléfono y más que angustiada por el retraso, llora porque olvidó el cumplimiento de esta obligación y no sabe qué se hizo el dinero. Aunque estas situaciones hacen parte de los cambios que trae esta nueva etapa en la mujer, los que están junto a ella no comprenden cómo puede pasar tan fácilmente de una sonrisa a una lágrima, sin que exista un motivo realmente fuerte.

Cada mujer reconoce y espera los cambios físicos que van desde notar mes a mes cambios en el cuerpo y  saber que dentro de ella está creciendo otro ser humano, lo cual no es una tarea sencilla. Todo esto hace parte de la experiencia de vivir ésta nueva etapa, en donde las hormonas van como en una montaña rusa, suben y bajan de manera inesperada.

Si bien usted como esposo creerá que le cambiaron a su esposa, ya que su personalidad no es la misma, expertos aseguran que los cambios emocionales no son malos y sí son temporales. Por eso ayúdela y compréndala.  

No permita que estos días tristes, felices, excitantes y emotivos afecten sus relaciones familiares, sociales y laborales, esto hace parte de la experiencia de su nuevo rol, pero tenga control de ello.

Tips sobre cómo manejarlo
Quizás ese malestar emocional no afecte únicamente sus relaciones, también esta variable situación la puede incomodar a usted, por eso expertos brindan algunas sugerencias para aminorar estas variaciones:
• Masajes, meditación, relajación para liberar tensiones emocionales.
• Una buena relación con el obstetra le permitirá clarificar y esto disminuirá la ansiedad.
• Identificar síntomas depresivos y buscar pasatiempos que le ayuden a superarlos.
• Buscar el apoyo familiar y social para disminuir las necesidades emocionales características del periodo de gestación.

Preguntas y respuestas
Ana Juliana Becerra
Sicóloga
¿Cómo puede manejar la futura mamá los cambios emocionales durante el embarazo?
Primero debe conocer su cuerpo, sus cambios y así misma. Para una mamá primeriza el embarazo es más fuerte ya que implica un cambio de rol y de vida. Lo mismo ocurre con una mamá que deja mucho espacio entre un hijo y otro, vuelven a vivir los síntomas como la primera vez. La madre que los tiene más seguido no presenta choques emocionales tan fuertes. Una mujer que presente choques emocionales en la menstruación en el embarazo será más fuerte.

¿De qué manera puede ayudar la familia?
Hay demanda de gente que quiere cuidar, todos quieren participar del embarazo. La embarazada se convierte en el centro de atención de la familia, y esto puede convertirse en una situación estresante, pero ella debe aprender a manejar esto. Si bien las personas que están a su alrededor se ofrecen a hacer muchas cosas por ella, es necesario que realice mucha actividad física y la aumente durante esta etapa, así preparará su cuerpo para la hora del parto.

¿Hasta qué punto eso puede convertirse en manipulación?
Algunos embarazos pegan durísimo, en ocasiones es necesario remitirlas al sicólogo, pero en ningún momento debe convertirse en un problema y debe ser la futura mamá quien tiene que normalizarlo, sino ahí ocurre la manipulación. El periodo de embarazo puede tener ciertas características como sentirse más irritable pero es algo que debe aprender a manejarse, porque en la medida que la mujer se conoce desarrolla una competencia básica que la transmite a sus hijos, y esto le permitirá cumplir mejor su rol.

VOZ DEL EXPERTO
Inés Bombí
Especialista en Ginecología y Obstetricia
En la publicación ‘Cambios emocionales en el embarazo’ la experta explica que el embarazo es una situación de cambios físicos muy evidentes, donde en algunas ocasiones es importante la presencia de los psicológicos, ya que podrían afectar las actividades familiares, sociales y laborales.

“En el primer trimestre son frecuentes los sentimientos de ansiedad, de ambivalencia o de cambios de humor, son momentos de gran fluctuación emocional. Algunas mujeres presentan situaciones de cambios de humor brusco pasando de la euforia a la tristeza o el mal humor. Estos cambios son más frecuentes entre las 6 y 10 semanas de gestación por factores hormonales. Las mujeres con síntomas físicos importantes, como malestar, náuseas y vómitos se muestran en ocasiones más tristes. La apetencia sexual suele disminuir por el cansancio, las molestias físicas y el miedo a dañar al feto. Esta parte precisa de comprensión de la pareja”.

La especialista en Ginecología y Obstetricia asegura que durante el segundo trimestre la mujer suele sentirse más serena, su carácter es más positivo, en parte porque los cambios hormonales no son tan marcados como en el primer trimestre. “En el periodo de tranquilidad emocional vuelve a aparecer el apetito sexual que había disminuido durante el primer trimestre, y favorecido también por el aumento de la sensibilidad”, afirmó.

Y aseveró que en las últimas semanas de gestación reaparecen la inquietud y el miedo, “el temor a que el parto pueda complicarse y a que el bebé tenga problemas” y aconsejó los cursos de preparación al parto que ayudan a disminuir esta ansiedad.

Los cambios de humor
Los cambios de humor durante el periodo de embarazo son normales, según la sicóloga Ana Juliana Becerra, debido a los cambios hormonales que vive el cuerpo.

Y asegura que asumir su nuevo rol como madre le trae sentimientos contradictorios que se reflejan en la variación de sus emociones.

Así como la etapa del embarazo es un periodo de felicidad, también puede generar estrés invadido por la ansiedad.
Estos cambios están ligados, según los expertos, a las transformaciones  corporales como lo será sentirse poco atractiva para su pareja o el querer volver lo más pronto posible a su peso normal después del nacimiento del bebé.

“La embarazada debe informarse, solicitar ayuda profesional que le permita conocerse mejor”, aseveró Becerra, quien enfatizó que todo esto hace parte de un conjunto de factores donde las emociones varían cada segundo.