Incentive la fraternidad entre sus hijos

Nacen bajo el mismo techo, fueron criados con las mismas normas, sus personalidades son diferentes, sin embargo, muchos hermanos logran tener una relación para toda la vida.

Patricia, de 34 años, tiene dos hermanos (una mujer menor   y   un   hombre  mayor). Su buena relación le permite saber que no está sola. Confiesa que es su hermano, el hombre, el que más la ha hecho llorar en toda la vida. “Desde niños cuando jugábamos hasta hoy que somos adultos, ha sido así”. Pero esto no le impide pensar que ellos son unos de sus más grandes tesoros.

Al igual que Patricia, muchas familias saben que no tuvieron la opción de elegir a sus hermanos, pero tienen la certeza de que no los cambiarían, pues esas personas con las que tuvieron la oportunidad de crecer, jugar y compartir, son únicas e invaluables.


Hablar del amor por los hermanos genera diversos sentimientos. Cuando pequeños seguramente pensó que no era su pariente si no su enemigo, y sintió un verdadero rencor por él, porque en más de una ocasión lo delató con sus padres; pero han pasado los años y ha notado que ese, al que creyó su rival, se ha convertido en su amigo incondicional y cómplice.


Si bien estos vínculos se consolidan desde pequeños, es primordial que los padres incentiven la solidaridad, el respeto y el cariño entre sus hijos. Todas estas acciones se verán reflejadas en la edad adulta.


Recuerde que entre hermanos siempre existirán diferencias y dificultades, pero no permita que estos factores deterioren su relación. Tenga presente que es la única relación sincera y duradera que se tiene.


Una relación especial
Las peleas entre hermanos es una situación más normal de lo que se podría suponer, pero estas no pueden quedar marcadas por el rencor, deben superarse y no permitir que las diferencies deterioren la relación. Los padres deben incitar en sus hijos la fraternidad, pues con los hermanos se tiene un vínculo desde la infancia hasta la vejez.

De acuerdo con Ana Juliana Becerra, son los padres quienes deben poner los parámetros entre los hijos, porque, en muchas ocasiones, caen en el error de ponerlos a competir. Por eso durante la crianza de sus hijos tenga en cuenta:
• Enseñar y demostrar el compañerismo. Esto va desde compartir los juguetes, consolidar la amistad y propiciar la confianza entre ellos.

• La compañía en las diferentes etapas de la vida. Desde que son pequeños hasta que están en la edad adulta siempre deberán compartir momentos de tristeza y felicidad.
• Evitar que las peleas o discusiones sean frecuentes y comunes. Mantenga un constante diálogo para que no queden heridas que perduren toda la vida.
• No compare a sus hijos. Esto podría afectar su autoestima y dificulta el crecimiento.
• El proceso de desarrollo de la persona es individual y por aparte. Los hijos no deben ser iguales para ser buenos.
• Valore las diferencias de sus hijos.

preguntas y respuestas
¿Cómo incentivar la fraternidad entre sus hijos?
Los hijos son el tesoro más grande y ellos aprenden de los padres. Si los padres se dieran cuenta de la importancia de la misión que asumen al criar hijos, tal vez sus formas de ser cambiarían para dar lo mejor a ellos. Ser fraterno es ser una persona cálida, amistosa, compañerista, que provee buen trato, que mira al  otro  con  respeto  y  generosidad; entonces los padres o las personas que tienen a cargo niños y adolescentes pueden incentivar la fraternidad, asumiendo un buen trato. Por ejemplo el diálogo sereno, amoroso y reflexivo serían claves para sensibilizar a los hijos en el buen trato a los demás.  

¿Qué sucede cuando entre los hermanos no se tiene claro el significado de fraternidad?
Cuando no hay claridad sobre el sentido de la fraternidad entre los hermanos, es posible que aparezcan dificultades entre sí y  puede que esta situación entorpezca la relación filial que debe existir entre ellos.
 
¿Cómo se fortalecen los lazos de amor entre hermanos?
Todo comienza por el buen trato en la familia. Si hay unos padres amorosos, comprensivos, quienes reconocen mutuamente a los hijos, sin preferencias y quienes enseñan valores morales y sociales, y más cuando cada hijo tiene una importancia especial y es reconocida y valorada por ‘todos’, en esos momentos se está fortaleciendo el amor entre hermanos.
 
¿Hasta qué punto son normales las peleas entre hermanos?
Las peleas entre hermanos hacen parte de la socialización de los niños y de las niñas. Ellos pelean y se aman a la vez; sin embargo, a pesar de ser una condición necesaria para aprender a resolver los problemas, también es fundamental que los padres actúen a tiempo, dialogando con los niños y con las niñas y enseñándoles a resolver pacíficamente esas dificultades. Para esto los padres de familia  deben  tener  mentes abiertas y comprensivas, cuya finalidad es ayudar a los hijos a que se unan, manejen y resuelvan los conflictos serenamente para que no aparezcan dificultades cada vez que pasan a los diferentes ciclos de vida.

VOZ DEL EXPERTO
Ana Juliana Becerra
Sicóloga
“La relación con los hermanos es la primera relación de pares”, explicó la sicóloga Ana Juliana Becerra, y esto favorece a que una persona en la edad adulta pueda construir buenas relaciones sociales.

“Los niños suelen ser muy egocéntricos, por eso en esta edad les es difícil aceptar que hay cosas compartidas. La relación cambia en la adolescencia, que es cuando aprenden a realizar alianzas con sus hermanos, a tener beneficios y experimentar la complicidad que los ayudará a evitar castigos. Ahí notan que cuando trabajan como equipo por un objetivo en común se logra más”, señaló la experta.

Asimismo, Becerra afirmó que la relación de los hermanos se transforma en la adultez porque los intereses cambian, “no se compiten si no que se comparte, se lleva una red de apoyo y amigos”, no obstante, hay otros casos en el que los hermanos se distancian, esto se debe a que no superaron relaciones en la niñez o adolescencia y por eso con los años se va deteriorando.


Credito
LUISA FERNANDA RUIZ

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