María Teresa asegura que de inmediato rechazaron las cenizas, porque a pesar de la discapacidad que tenía Carlos Eduardo, quien estaba en silla de ruedas, nunca tuvo una prótesis, por tal razón hablaron con la directora de servicios de la entidad, quien ante la situación trató de buscar una explicación al hecho, pero ninguna que convenciera a la familia Ortiz.
Por lo tanto empezaron a buscar entre las ocho personas que cremaron ese día, quién sería el dueño de la prótesis. María Teresa afirma que “dejamos dos escritos solicitando una respuesta, porque aparte del dolor de la pérdida del ser querido, y darnos cuenta que las cenizas que nos entregan no son las de él, cuando nos entreguen otras muy difícilmente vamos a creer que son las de mi papá, porque ni ellos sabían donde fueron a parar”.
Carlos Eduardo tenía 84 años de edad y era distinguido por muchas personas, ya que vendía lotería en el Supermercado Mercacentro de la calle 60 y se trasladaba en una silla de ruedas a batería, además su familia considera que a pesar de su discapacidad le gustaba estar muy activo.
Ahora la familia está a la expectativa de los resultados que pueda entregar los directivos de la funeraria, y de encontrar la cenizas solicitarán un estudio riguroso y serio, ya que surgen muchas dudas en la familia, empezando que no permitieron el ingreso de familiares a los hornos crematorios, como en otras oportunidades sí lo habían podido hacer para constatar que el cuerpo efectivamente se cremó.
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