PUBLICIDAD
Un amargo fin de semana vivió ‘Shata’, una mujer trans, quien indicó que el lunes festivo un hombre la contrató para un trabajo sexual en el barrio La Pola, de Ibagué, pero según su versión, no le pagó el servicio. Agregó que luego terminó golpeada y en el hospital.
La historia
El lunes festivo circuló en redes sociales un video en el cual se veía a una persona retenida en el CAI Centenario, que pedía auxilio y llamaba al personal de la Fundación Yapawayra (una entidad sin ánimo de lucro, que trabaja en mejorar las condiciones de vida de comunidades vulnerables).
Líderes de la comunidad Lgbti en la ciudad reconocieron la voz, pero de acuerdo con el testimonio de Yina Mejía, líder de las mujeres trans de Ibagué, cuando llegaron a la estación de Policía los uniformados les informaron que allí no había ninguna persona con las características que ellos buscaban. La preocupación aumentó y los amigos de ‘Shata’ intensificaron la búsqueda.
“‘Shata’ apareció por la noche en una zona verde del barrio Independiente. Estaba mal emocionalmente, con moretones y tenía la ropa rasgada. Nos contó que en la mañana, un hombre residente en el barrio La Pola la contactó para un servicio.
“Cuando ella se disponía a salir de la casa, el sujeto le dijo que esperara unos minutos, pues habían llegado unos familiares y no la podían ver. Ella se habría dormido, y cuando despertó, tenía a la policía encima”, expresó Yina.
Maltratada
Agregó la líder, que el cliente de ‘Shata’ habría llamado a la Policía para que la sacara de la vivienda, asegurando que había ingresado sin su permiso.
“Los policías la golpearon y tenemos como testigo a una residente del sector. No le exigieron al señor que pagara el servicio, pero sí la trataron muy mal a ella. La esposaron, la tiraron al piso, le pegaron durísimo y ella por defenderse se fracturó la mano”, dijo.
Yina cuestionó la actitud de algunos uniformados. En palabras suyas, la mayoría de funcionarios no respetan a las personas con diversidad sexual, en especial a las mujeres trans.
“Para ellos somos hombres porque así lo dice la cédula. Muchos miembros de la comunidad Lgbti no han cambiado el documento, pero aún así, no es justo que se burlen y nos maltraten. Nos duele mucho lo sucede porque casos como los de ‘Shata’ son muy frecuentes. Falta capacitación para que comprendan que no somos hombres vestidos de mujer. Somos mujeres porque así nos sentimos”, expresó Yina.
Este artículo es de nuestro periódico impreso.
¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro! Lo invitamos a seguir leyendo aquí
https://digital.elnuevodia.com.co/library
También lo puede adquirir en físico.
Comentarios