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con el paso de los años, en el barrio Calarcá existe un malestar generalizado por múltiples inconvenientes que acaecen en el sector por temas de infraestructura vial, la reposición de la red de acueducto y alcantarillado, y el deterioro de sus infraestructuras más sobresalientes.
Entretanto, tras el reciente cambio de la Junta de Acción Comunal en abril del año pasado, poco a poco se han concretado trámites a través de querellas, acciones populares y demás requerimientos, a la espera de solventar las necesidades del barrio y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
El ‘dilema’ de la malla vial
Sobre inicios del año 2022, y luego de meses de trabajo, la Administración municipal hizo entrega de las obras de reposición y mantenimiento de redes del acueducto y alcantarillado sobre la carrera 10 con calle 42, vía que duró años sin ser rehabilitada.
Sin embargo, en la carrera 10A desde la calle 41 hasta la 44, aún se presentan varias complicaciones sobre la vía, asunto que ha derivado en problemas de movilidad y el desvío de la ruta 15 del sistema de transporte público de la ciudad.
Así pues, los huecos, con el paso del tiempo y el golpe inclemente del invierno, se agravaron al punto que la misma comunidad tomó la decisión de cerrar el tramo con el fin de evitar el hundimiento de la carpeta asfáltica y carros atascados en las ‘troneras’, asunto que era ‘pan de cada día’.
En diálogo con esta redacción, Magnolia Pava, presidenta de la JAC, indicó que las afectaciones viales comenzaron después de una reposición sobre la red de alcantarillado.
No obstante, dentro de las diligencias que adelantó el Ibal en su momento, quedó pendiente la revisión sobre las redes de acueducto, la cual está sujeta a la expedición de un certificado, en conclusión, ocasionó que la calle no pudiera ser pavimentada.
A través de una misiva enviada a principios de octubre del año pasado, la JAC solicitó al Ibal la expedición del certificado para valorar el estado de la red de acueducto y alcantarillado.
“Lo que trato como presidenta es evitar que tengamos tanto traumatismo. Este barrio es central, cerca a la calle 60, pero está feo y con múltiples necesidades que poco a poco estamos atendiendo como JAC. Todo nos toca gestionarlo así, con derechos de petición”, apuntó Pava.
Por otra parte, justo al frente del puesto de salud del sector, un hueco con fugas de aguas servidas dificulta el diario vivir de Belarmina Varón. Este daño también tiene un radicado de la JAC hacia el Ibal, el cual tiene fecha del 2 de agosto del 2022. Y aún no sucede nada.
“Tenemos ese inconveniente desde hace tres meses. Cada que llueve, las aguas negras se me devuelven en mi casa, por lo que se me inunda la vivienda y me toca sacar el agua con escoba. Hemos hecho reparaciones sobre la caja de aguas del hogar, pero si hace sol, el mal olor es insoportable”, comentó Varón.
El USI de ‘Villa Marlén II’
Otro ‘lunar’ sobre el barrio trae a colación a la unidad de salud del sector, la cual se encuentra cerrada desde hace varios meses atrás, lo que confundió a la comunidad del Calarcá, toda vez que el centro de atención funcionaba con normalidad tras ser inaugurado con ‘bombos y platillos’ tiempo atrás, según contaron los residentes.
Ana María Mosquera, secretaria de la JAC, indicó que el puesto de salud cumplía sus funciones satisfactoriamente durante la semana, las cuales comprendían desde valoraciones odontológicas hasta visitas médicas durante tres días a la semana.
“Resulta que, después de un tiempo en funcionamiento, la persona que atendía en la USI decidió cerrarla bajo el argumento de que la atención en el sector no era concurrida y no dejaba ganancias para los trabajadores”, indicó Mosquera.
Desde entonces, el deterioro es notorio en su fachada. Algunas plántulas crecen sobre las canaletas del techo de la infraestructura, además de que las paredes se han ido deteriorando por la humedad y la falta de mantenimiento.
Deterioro de las canchas de fútbol
En la ‘frontera’ que separa al barrio Calarcá con el Restrepo, existe un polideportivo que alberga dos canchas de fútbol y baloncesto, además de una ladera con una gran zona verde. Sin embargo, el paso inclemente del tiempo y la falta de mantenimiento, han derivado en su deterioro prematuro.
Sobre la problemática, reposa en el Imdri una solicitud de la Junta, para recuperar la administración del complejo deportivo y recuperar su infraestructura, debido a que la antigua planta de la JAC, según los líderes barriales, alquilaba la cancha de forma particular.
En el complejo deportivo, niños, jóvenes y adultos, entrenan a diario mientras se construyen otros escenarios deportivos en la ciudad.
Esfuerzos de la JAC
Tras la salida del antiguo presidente de la JAC, José Jair González, el colectivo barrial ‘renovó’ acciones ante las múltiples necesidades del barrio, además de la supuesta poca voluntad del anterior vocero principal.
Desde su posesión, la presidenta Magnolia Pava, en sintonía con su grupo de trabajo comunal, ha adelantado todo tipo de misivas y actividades para involucrar a la comunidad para solucionar sus principales dificultades.
Así las cosas, la comunidad como su JAC, esperan en la próxima vigencia varias acciones que logren involucrar a la Administración municipal para sacar adelante sus principales problemáticas, además de mejorar la cara del barrio que, ostentosamente, desmejoró con el paso de las años, a pesar de estar en cercanías a la ‘milla de oro’ de Ibagué.
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