De acuerdo con la denuncia de una ibaguereña, en la Clínica Nuestra, ubicada en la calle 66, cerca a la Glorieta de Varsovia, la atención a los usuarios es inhumana. Según lo relatado a un medio de comunicación local, la mujer llegó al centro asistencial el sábado en la mañana con un dolor abdominal, por unos cálculos en la vesícula y le programaron una operación para el domingo, sin embargo, la operación no se realizó.

“Me ponen a no comer nada porque me van a preparar para cirugía, me meten para cirugía y me llegan y me ponen a esperar más de 24 horas sin alimento, y después me dicen no, no la vamos a poder operar, vuelven y me bajan otras urgencias, vuelven y me canalizan, vuelven y en el mismo proceso y me tienen así de arriba para abajo que me van a operar y todo”, afirmó la ibaguereña. 

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Producto del desespero, la usuaria decidió firmar el consentimiento de salida voluntario, afirmando que el personal médico no le brindaba la atención requerida para un caso como el suyo, “dígame si sí o sí no me van a operar, porque si no me van a operar, entonces denme salida, déjenme ir y mándenme el medicamento y dígame, venga el martes, venga el miércoles y la operamos”, indicó la ciudadana.

Frente al hecho, la gerente de la Clínica Nuestra, Diana Mayerly Rocha, aclaró que la mujer, pese a haber pedido el retiro voluntario, le fue realizada la cirugía al otro día de realizarse el video que se hizo viral.

De igual forma, frente a la denuncia que un padre realizó por presunta vulneración de los derechos de su hija de 20 meses. Tras pasar por el triage y recibir la indicación de registrarse para que un médico atendiera a la pequeña y tuvieran que esperar por más de cuatro horas.

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El padre trató de ingresar nuevamente al servicio de urgencias para que atendieran a la menor, pero se encontró con la sorpresa de que su hija no había estado en la lista de espera, por lo que el hombre no dudó en mostrar su desagrado. 

Ante la denuncia, Rocha afirmó que a la menor no se le vulneraron los derechos, y fue atendida en el tiempo que especificaba la clasificación del triage y se le enviaron los medicamentos pertinentes. 

Además, aclaró que al padre no le permitieron ingresar con su hija al servicio de inyectología, por política del centro médico “lo que evidenciamos es que la molestia del señor es porque no lo dejaron entrar al servicio de inyectología, pero es que nosotros por política solamente para los menores de cinco años dejamos ingresar una acompañante y la niña estaba con la mamá”, afirmó la gerente de la Clínica Nuestra.