La amenaza venía presuntamente de su exesposo y padre de su hija de 6 años, José Eudoro Rubiano Méndez, quien a través de una llamada le prometió la muerte. 

La sentencia no fue en vano. Esta vez Rubiano decidido quitarle la vida a la mujer con quien compartió ocho años de relación. 

La llamada  

A las 9:00 a.m. del pasado martes el teléfono de María Janeth repicó varias veces. La mujer, en medio de su jornada laboral en la cafetería de un colegio, decidió responder. El interlocutor era José Eudoro Rubiano (de 29 años), quien supuestamente juró que ese mismo día la iba a matar. 

La amenaza causó temor en María Janeth. No obstante, según sus amigas, la joven prefirió olvidar la advertencia, pues no era la primera vez que su ex la amedrentaba de esa forma. 

“Aunque ya estaba acostumbrada a las malas palabras de él, ella estaba asustada, angustiada y tenía un mal presentimiento, dijo una compañera de trabajo. Y no era para menos, en la cabeza de Rubiano Méndez había un plan macabro en contra de Janeth. Él no soportaba la idea de que esta mujer se hubiera ido de su lado".

Celos fatales  

Aquella tarde María Janeth Martínez Galindo, de 25 años y oriunda de Honda, salió del colegio con una amiga. Eran las 5:00 p.m. cuando Janeth caminaba por el suroccidente de Bogotá. Justo en una esquina del sector comercial de Kennedy, Rubiano abordó a la joven y con un cuchillo se abalanzó por la espalda. Sin piedad le clavó el puñal once veces, así afirmaron los testigos. 

Janeth trató de huir, pero la fuerza del hombre le ganó. Los vecinos llamaron a la Policía y a él le pedían que la dejara en paz, pero José parecía un demonio que no escuchaba súplicas. 

Cuando la joven se quedó sin fuerzas y cayó al suelo, su verdugo se refugió en una heladería. A la llegada de las autoridades, todos señalaron en dónde estaba escondido Rubiano. Sus manos estaban ensangrentadas y el cuchillo lo tiró a la calle. 

Entre tanto, María Janeth fue trasladada al Hospital de Kennedy. Los médicos determinaron que tenía once heridas en su cuerpo, de las cuales dos la alejaban de la posibilidad de seguir con vida. 

Aunque la bella mujer se aferró al mundo para seguir al lado de su pequeña hija, las dos heridas en su pecho la obligaron a partir hacia las 9:00 p.m. 

Tortuosa relación  

De acuerdo con Gloria Salas, hermana de la víctima, la pareja se conoció en Honda. Los dos trabajan como vendedores, iniciaron su relación y al año tuvieron a su primera hija. Empezaron su vida de pareja en Bogotá, pero los celos enfermizos del hombre provocaron múltiples problemas en la relación. 

“Él no la dejaba ni hablar con la familia. En diciembre mi hermana no aguantó más y lo dejó. Ahí empezó su karma”, aseguró Gloria. El pasado mes de febrero, Rubiano había tratado de quitarle la vida a la joven para luego ahorcarse. 

“La encerró en un carro y con las manos la iba a asfixiar. La dejó inconsciente y luego él pretendía colgarse de una cuerda. Era muy posesivo y cada vez la angustia entre nosotros era peor porque ella vivía asustada”, agregó la hermana de la difunta. 

Sin embargo, la obsesión, las amenazas y la falta de atención por parte de las autoridades llevaron a la tumba a esta luchadora y alegre mujer. Rubiano fue capturado y permanece recluido a la espera de una sentencia judicial.