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La trágica noticia se confirmó en la tarde de este lunes 5 de mayo, cuando los campesinos de las veredas Navarro y El Hoyo ubicaron los cuerpos sin vida en una fosa común, ubicada en este punto del centro del departamento.
Luego, y con la ayuda de los bomberos y de la comunidad, los restos fueron trasladados hacia la morgue del hospital local, donde ya se confirmó que se trataba del docente y su compañera sentimental.
"Es una verdadera tragedia, porque ambos eran reconocidos como líderes sociales y eran muy estimados por los estudiantes y la comunidad de la vereda Navarro del corregimiento de Pueblo Nuevo porque Jairo Enrique Tombé y Leonora González era más que un docente y ama de casa, eran ciudadanos comprometidos con el bienestar de los niños y jóvenes", expresaron representantes campesinos de El Tambo.
Luego de confirmarse la noticia, los integrantes de la Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación del Cauca, Asoinca, rechazaron este doble homicidio ya que el docente era integrante de este sindicato, uno de los más poderosos de la región.
De hecho, compartieron un vídeo donde aprecia a Jairo Enrique Tombé participando en la amplia movilización que realizaron los profesores caucanos en la ciudad de Bogotá y donde los tildaron de indígenas.
"Nuestro compañero se destacó por su labor como activista de Asoinca en la defensa de la educación pública y popular, la lucha por el derecho a una salud digna y defensa de los derechos humanos, consolidando con su aporte procesos de unidad, reflexión crítica y de resistencia de los estudiantes y docentes del Cauca", denuncio este sindicato.
Hay que recordar que las víctimas desaparecieron en la mañana del pasado 31 de mayo cuando pretendían llegar a la Institución Educativa de la vereda Navarro del corregimiento de Pueblo Nuevo, pero esto nunca sucedió. Al percatarse de esta situación, seres queridos y comunidades empezaron su búsqueda.
Pero no. Esa violencia absurda que recorre el Cauca cobró la vida de este docente y su esposa, quienes ahora son solo una fría cifra de representantes sociales asesinados este año en el país: 72 casos. No lo dice la prensa, sino Indepaz en su triste balance que realiza de este fenómeno.
La situación es crítica: ya son cinco líderes sociales asesinados en el último mes en este departamento, uno de los más prósperos del país, pero ahogado en la sangre de la guerra y el terror causados por la minería ilegal, la pobreza, la narcocultura, la corrupción y los grupos armados ilegales.
El pasado fin de semana se confirmó el asesinato del también líder social Guido Idelber Gómez Hoyos en la zona rural del municipio de Sucre, al sur del Cauca. Y así la lista de esta clase de homicidios se va ampliando sin que hasta el momento se vea una pronta salida.
“Es inadmisible que, cuando todos esperamos acciones y gestos que nos permitan creer y apoyar decididamente una paz estable y duradera, en el Cauca se sigan presentando hechos de repudio general”, expresaron los profesores y compañeros de esta nueva víctima.
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