Y además determinar el nuevo sistema por el que se regirán los usuarios en el país. 

En opinión de Robledo, “se está ante la peor reforma a la salud desde la aprobación de la Ley 100 de 1993, porque lo único bueno que les ha pasado a los colombianos en este aspecto, en casi 20 años, es la creación del No POS, en razón de los fallos de tutela". 

Señaló además que el presidente Juan Manuel Santos le mintió al país al asegurar que en el nuevo sistema no irán más las EPS, porque en su criterio lo único es que se les cambiará es de nombre y seguirán igual, "seguirá, entonces, la intermediación financiera y el aseguramiento, con el agravante de que se proponen acabar con el No POS –que amplió los derechos del POS– y reducir a poco o a nada la tutela". 

Para el legislador la propuesta del gobierno fortalecerá el sistema de las empresas de medicina prepagada, reforzadas con las compañías de seguros, “mala medicina para casi todos y medicina mejor para unos pocos, es la consigna”. 

Por su parte, el senador Mauricio Ospina manifestó que la reforma contiene los mismos problemas de barreras de acceso de las EPS, la negación de servicios, los precios hiperinflados de medicamentos, la quiebra de los hospitales públicos por competencia desigual con IPSs privadas. 

“Lo que sí es claro es que la reforma convierte, por arte de magia, los recursos públicos de la salud de los colombianos en renta privada una vez pasen a manos de las hoy llamadas, pero no desnaturalizadas gestoras”, señaló Ospina.