AFP, CARACAS
El nuevo mercado marginal de divisas en Venezuela, anunciado por el Gobierno con la intención de “derrotar” al llamado dólar negro, comenzó ayer sus operaciones para particulares y empresas, en medio de quejas y cuestionamientos de usuarios y analistas.
En casas de cambio del este y el centro de Caracas, el llamado Simadi arrancó sin problemas cuando los ciudadanos querían desprenderse de dólares a una tasa de 172 bolívares, 27 veces más que la tasa oficial y mayoritaria.
Distinta fue la historia cuando alguien, tentado por una posibilidad inédita hacía 12 años, quería obtener el preciado billete verde, ya que el sistema mostró fallas a repetición.
“Se están haciendo ajustes en el sistema para finiquitar las transacciones”, explicó un operador de la casa Italcambio.
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