¿Prohibicion? ¿Legalizacion? ¡No! Regulacion es la política

El próximo martes 6 de noviembre no solo se celebrarán en Estados Unidos elecciones presidenciales, también se decidirá sobre la legalización de la marihuana en los estados de Colorado, Oregón, y Washington.

El próximo martes 6 de noviembre no solo se celebrarán en Estados Unidos elecciones presidenciales, también se decidirá sobre la legalización de la marihuana en los estados de Colorado, Oregón, y Washington. Los referéndums de legalización son un acontecimiento importante para Colombia, pues nos muestran que el principal destino para las drogas producidas en Latinoamérica, está replanteando su política represiva y explorando formas alternativas de regulación del consumo.

Efectivamente, si el próximo 6 de noviembre se aprueba la enmienda 64 en Colorado, la Iniciativa 502 en Washington y la Medida 80 en Oregón, se permitirá en estos estados el uso personal y la siembra limitada de marihuana a los adultos mayores de 21 años, bajo una estricta regulación que incluirá la imposición de gravámenes similares a los del alcohol y el tabaco.

De esta forma, los gobiernos locales podrán tener la capacidad de controlar la venta de pequeñas cantidades de marihuana y recibir los ingresos que por ello les correspondan a través de un sistema de regulación y de impuestos a establecimientos, almacenes al público, y también, a sitios destinados al cultivo y procesamiento de esta planta. En el caso de Colorado, se impondrá un impuesto del 15 por ciento sobre las ventas al por mayor de la marihuana no médica, y los primeros 40 millones de dólares recaudados se dedicarán a la construcción de escuelas. Por su parte, en Washington, se creará un impuesto especial del 25 por ciento y licencias estatales para productores y minoristas de esta sustancia.

Así, independientemente de que los referéndums que legalizan la marihuana se aprueben o no, es claro que estas iniciativas demuestran que ante la inmovilidad federal, los gobiernos estatales en Estados Unidos están tomando la iniciativa de cambiar una política prohibicionista fracasada, sangrienta y costosa en la que el crimen organizado es el triunfador. Es hora de poner fin la llamada “guerra contra las drogas”.

Credito
JUAN MANUEL GALÁN P. Senador

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