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No solo los trabajadores de las empresas afiliadas a esta caja de compensación familiar podrán disfrutar, con sus familias, de las atracciones que ofrece el parque, sino que CAIKE también estará abierto para el público en general.
Esta primera etapa, de cuatro que se construirán, incluye una cancha de fútbol con una grama natural que es propia de estadios profesionales y graderías con sombrío natural de árboles sembrados con precisión. La inversión inicial fue de cerca de $52.000 millones, un monto suficiente para poner en marcha este complejo recreativo de 30 hectáreas que incluye tirolesas, piscinas, restaurante, museos y otros atractivos que lo ponen al mismo nivel de los mejores centros recreativos del país.
Pero no solo CAIKE, como proyecto, es digno de admiración, sino la gestión que desde hace diez años viene adelantando Comfenalco en la región. Los cientos de apartamentos que ha entregado con apoyo financiero a familias que por primera vez pudieron tener una vivienda propia, los miles de jóvenes que se han graduado de su colegio, uno de los mejores del Departamento, y las decenas de servicios que permanentemente ofrece a sus afiliados sin distingo alguno, son un ejemplo de gobierno responsable a nivel nacional.
Luego de un periodo nefasto en que Comfenalco estuvo intervenido debido a malas administraciones que la llevaron al riesgo de la quiebra, una nueva generación de empresarios aliados con representantes de los trabajadores hizo posible que la Caja, no solo se recuperara financieramente, sino que pusiera en marcha un nuevo estilo de administración que tiene como premisa construir relaciones basadas en la confianza y no en la suspicacia.
Desde hace más de una década, el presidente es un representante de los trabajadores y el vicepresidente representa a los empresarios. La simbología es clara, es una entidad de los trabajadores con el apoyo irrestricto de los empresarios.
En el acto protocolario de inauguración hace unos días, Jaime Cortés (su presidente actual), directivo de la CGT en el Tolima, mencionaba cómo dos personas con ideologías diferentes, es decir, con distintas formas de pensar y comprender el acontecer nacional, habían logrado acuerdos sobre proyectos trascendentales. El vicepresidente actual, el empresario Andrés Sierra, coincidía en que esta capacidad de construir acuerdos ha sido el mayor aprendizaje en esta brillante década de gestión en la Caja. Su directora ejecutiva, Diana Reyes, ha sabido transmitir este estilo gerencial para crear una cultura organizacional basada en el respeto mutuo con el fin de ofrecer servicios de muy alta calidad a sus afiliados.
Caike es producto de una forma de relacionamiento entre empresarios y trabajadores que ejemplifica muy bien la frase con la que concluyó su juramente la vicepresidenta el 7 de agosto pasado …. para que la dignidad se haga costumbre.
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