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Las reuniones que desde el año anterior hemos cumplido con los transportadores y el Ministerio de Transporte, con el acompañamiento y compromiso total de la bancada de congresistas del Tolima comenzaron a dar los frutos esperados.
En varias ocasiones, en público y en privado, hemos elevado la petición al presidente Iván Duque para que este proceso se materialice y se pueda cumplir este anhelado sueño de los ibaguereños, con el cual finalmente se comprometió en su última visita a la capital tolimense el pasado 8 de febrero y que después de tanto insistir allana el camino a un desenlace que resulta prometedor para la ciudadanía. Recuerdo que una de las exigencias puntuales de las empresas transportadoras es que este se convierta en un modelo incluyente en el que tengan participación activa, solicitud que desde el primer semestre de 2019 fue elevada al Ministerio de Transporte, con base en reuniones y argumentos puntuales. Realidad que de una manera muy acuciosa asumió y en la que se comprometió directamente el viceministro Juan Camilo Ostos, quien precisamente el sábado anterior nos acompañó en un evento que tuvo el respaldo de los transportistas, gremios económicos, de la academia, del sector público, del legislativo y los medios de comunicación.
Además, con la palabra empeñada del presidente Duque, con el visto bueno de Mintransporte y con la gestión de los parlamentarios, este martes se cumplió una prueba de fuego de la cual creo salimos muy bien librados. La reunión con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, llevó finalmente a que el Gobierno revisara el modelo financiero básico del Setp y lo acogiera para incluirlo en un Conpes y garantizar su financiación.
En el encuentro hubo mucha sinceridad fiscal. Lo cierto es que no había recursos inmediatos para el proyecto y solo después de 2024-2025 se podría contar con el flujo de caja necesario para el sistema. En la reunión, con toda su buena voluntad para con el Tolima, Carrasquilla y su equipo técnico, conscientes de la importancia del proyecto, analizaron la posibilidad real y expedita de tomar vigencias futuras de esos años para que puedan ser usadas a partir de 2021.
Una de las fórmulas tentativas es comprometer un título de tesorería pública con la posibilidad de que un privado, seguramente del sistema financiero, aporte unos 100 mil millones de pesos para iniciar la construcción del sistema el próximo año. Obviamente el Ministerio tendrá que sumar otros proyectos del orden nacional para financiar en una sola operación el recambio de los dineros, amparados o respaldados posiblemente en un TES, y que garantice un flujo de caja para este y otro tipo de iniciativas. Esta es una operación de enorme calado y de mucho cuidado, pues el Banco de la República administra este tipo de títulos a mediano y largo plazo, pero lo positivo es que el Gobierno está muy dispuesto a obtener la liquidez requerida para la primera fase del proyecto.
En cuentas aproximadas, el proyecto está tasado en 427 mil millones de pesos, a unos cinco o seis años. La Nación pondría el 70 por ciento, es decir 298 mil millones de pesos, de los cuales la tercera parte podríamos decir estaría garantizada. Ya le corresponde a la Alcaldía, dentro del modelo que se trabaja con Minhacienda, establecer de dónde sacará los 127 mil millones restantes, especialmente los más de 42 mil millones para la primera etapa, escenario financiero que debe despejarse y garantizarse rápidamente ante los técnicos de la Hacienda Pública para avanzar y respaldar toda la operación. Como los lectores se darán cuenta, no es cierto que un senador, un representante, un alcalde o gobernador lleguen a Bogotá y les llenen las totumas, este tipo de procesos requieren tiempo, paciencia y un cabildeo permanente ante las diferentes instancias del poder central y especialmente el concurso de todos los actores políticos y gremiales para sacarlas adelante.
Mi invitación respetuosa a todas las fuerzas políticas del Tolima es a continuar verdaderamente unidos para seguir gestionando este tipo de proyectos estratégicos para el futuro de la región. Como bancada hemos podido avanzar para destrabar el proyecto Cambao - Líbano - Murillo – Manizales; igualmente se pudo visibilizar y el Gobierno está muy preocupado por el complejo escenario del Triángulo del Tolima (una verdadera papa caliente) y ahora hay un avance muy significativo y esperanzador con el Setp.
También la bancada de congresistas del Tolima fue muy activa en la discusión del Predial que pone un techo en este impuesto, en la formulación del nuevo Fondo de Estabilización de Precios del Café y especialmente en agilizar la culminación de las obras de los Juegos Nacionales y por ello la presencia de los parlamentarios en la puesta de la primera piedra para el Coliseo Mayor del Parque Deportivo en la reciente visita presidencial. Definitivamente Unidos hacemos más.
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