En primera medida, agradezco al personal editorial de El Nuevo Día al brindarme un espacio de escritura en este periódico, siento que es un buen aporte no para mí sino para la juventud, es necesario que también ofrezcan condiciones y espacios para las disertaciones que provengan de jóvenes inmersos en épocas de crisis y tiempos complejos de la historia de este país.
No deseo hablar de Kafka, Baudelaire, Borges, Márquez, Sartre, entre otros, les contaré un poco sobre la vereda Café de las Vegas, ubicada a cinco horas en moto del municipio de Dolores- Tolima. Es una historia que representa las voces de los educadores de este país, en esta escuela del Sur – Oriente del Tolima se presencia una parte de la realidad de la educación de país, acá la corrupción no impera aunque ronde, los recursos económicos no se ven aunque tardíamente llegan y por supuesto los sueños y metas de los niños y jóvenes no tiene sentido para la plutocracia de este país y las élites de la nación.
Desde muy temprano inician las clases, 8 a.m. llegan alrededor de 10 niños entre edades de 6-10 años, unos más adelantados que otros, aquí la teoría de la nueva escuela se aplica pero a través de la escasez de recursos, la falta de mejores instalaciones, la necesidad de buenos materiales para las clases, y por último, la forma de incentivar aquel profesional (educador) que lleva gran parte de su tiempo (vida) en la vereda y sus proyectos se encuentran estancados, debido a la falta de conectividad (mejores vías) y las garantías que debería ofrecer un gobierno como este, sencillamente las lógicas mercantiles de estas épocas impiden construir modelos para los más necesitados y alternativas desde adentro para ellos mismos.
Es una parte de la realidad de la escuela Las Vegas, a sus alrededores se vislumbra un paisaje de cultivos de café, grandes montañas, inmensos cafetales y una cultura campesina que solo piensa en el diario vivir y niños que desean conocer las primeras letras, números e historias que configuran la contemporaneidad de esta época, suena algo romántico ver sus rostros y conocer la humildad de sus palabras, expresiones y risas al contar las historias de la escuela y la vereda (campo).
Pero también es cruel reconocer la impericia político – administrativa de los últimos gobiernos, la incesante burocrática de los funcionarios, la corrupción, el clientelismo, la violencia y la indebida administración de los recursos, no solo pasa en la escuela las Vegas, sucede en la mayoría de los colegios públicos rurales del país, acá no es necesario avanzar pues no existen dignas condiciones, lo importante consiste en aprender para la vida de manera lenta pero segura como aquel proverbio alemán dicen los maestros de filosofía.
La historia de La Vega que a duras penas llego a describir es un pequeña parte de la complejidad de esta escuela, y no solo pasa en Dolores sino en todo el departamento del Tolima y porqué no pensar en toda Colombia, aquí se puede apreciar que los programas (computadores para formar, escuela nueva, comedor comunitarios y la tan criticada jornada única) no son suficientes estrategias para subsanar el vacío histórico que tienen las sociedades opulentas, los grandes magnates, comerciantes y empresarios de este país con los más necesitados y las familias que diariamente luchan contra las múltiples crisis, la falta de oportunidades y por qué no con el deseo de tener condiciones dignas para su vida en familia.
Ñapas:
Excelente el mensaje del cantante Santiago Cruz en el lanzamiento de su filme “Una historia diferente”, una forma de construir otro de esos mundos posibles.
Indeportes Tolima, tras de mediocres administradores y burócratas ineficientes, comienza su cacería contra la presidenta, los monitores y deportistas de la Liga de Pesas del Tolima, ojalá se tenga en cuenta las versiones de esta comunidad de pesistas a la hora de realizar futuras investigaciones (judicializaciones).
El señor Luis H., tras de ser el peor alcalde el país, esgrime sus mensajes de conformismo, ojalá le salga el tiro por la culata a su candidato ideal, el toledismo.
Señores se viene la bomba entre burócratas, el Consejo Superior de la Universidad del Tolima a ¿cuál de los dos Germán elegirán? Para así alimentar la rancia burocracia vestida de “investigadores, sindicalistas y activistas”.
Por último, gran demostración del cine colombiano, “La magia salvaje” es un pequeño ejemplo que se puede hacer cine distinto a las novelas ‘paracas’, guerrilleras y pandilleras que hacen parte de la imagen que se vende de dientes para afuera de estas tierras colombianas.
(*) Politólogo de la Universidad del Tolima / Asistente académico de la Universidad Autónoma del Estado de México.
caperafigueroa@gmail.com
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