Se registraría hasta diciembre de 2014 y dentro de los efectos climáticos figuran la disminución de las lluvias y el aumento de las temperaturas, afectando agricultura, ganadería, energía, salud, turismo y agua potable, así como con el aumento de la probabilidad de ocurrencia de incendios forestales, siendo el Tolima eje de la problemática.
En lo referente a incendios forestales, la población ibaguereña y tolimense, viene siendo afectada drásticamente. Cada día en el Tolima se presentan al menos 11 incendios, siendo julio un mes de gran afectación con 162 casos, 69 de ellos en Ibagué. Por ende, es necesario que como buenos ciudadanos, disminuyamos los riesgos y no dejemos de informar siempre ante las autoridades en forma oportuna, cualquier presencia de humo o fuego irregular (teléfonos 123, de la Policía, y 119, de Bomberos).
De igual forma, se recomienda no arrojar al suelo fósforos, ni cigarrillos encendidos, asegurarse de dejar bien apagadas fogatas al aire libre, no dejar lámparas encendidas mientras duerme, no arrojar envases de vidrio en zonas verdes, evitar la quema de residuos en praderas y montes, revisar las instalaciones eléctricas para evitar cortos circuitos, mantener en sitios seguros combustibles, leña y maquinaria que pueda ser una fuente de fuego.
Es perentorio unir esfuerzos, a fin de mitigar las oportunidades, aplicando las medidas personales de cultura ciudadana, mejorando la calidad de vida de los habitantes de la región y aumentando los niveles de seguridad ciudadana y sana convivencia, haciendo de la protección del medio ambiente compromiso de todos.
Adicional a este panorama, se afrontan sequías que han disminuido las fuentes abastecedoras de embalses y acueductos, situación que ha conllevado a racionamientos y medidas estatales de ahorro de agua; ejemplo de ello, la inclusión del Tolima en una lista de 12 departamentos, que según el Ministerio de Vivienda y la Comisión Reguladora de Agua, crearan una sanción pecuniaria para quienes excedan un límite de consumo, de tal forma que aquellos tolimenses que derrochen agua potable, podrían aumentar el precio de sus facturas.
Frente a este contexto, ya es hora de asumir una cultura del ahorro, favoreciendo nuestra economía y evitando el gasto irresponsable de agua desde nuestros hogares y nuestro círculo social; frente a ello, se recomienda informar a las autoridades cualquier pérdida deliberada de agua por acción humana o incidentes del sistema de alcantarillado, realizando control social a la empresa prestadora del servicio, amigos, vecinos y compañeros de trabajo; “el compromiso es de todos”.
Tengamos presente, que según el Ideam, el Tolima es uno de los ocho departamentos más calientes de Colombia, lo cual aumenta la probabilidad de desastres naturales en Ibagué y sus demás municipalidades e incrementa la necesidad de ahorrar agua potable. La Policía nacional convierte a la seguridad ciudadana en la esencia de la institución; sin embargo, la protección del medio ambiente también es nuestro compromiso, por lo que tenemos una organizada política ambiental, vinculando la prevención de estas amenazas públicas en cualquier rincón de Colombia. DIOS Y PATRIA.
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